La Escuela Nacional de Pesca «Comandante Luis Piedra Buena» se encuentra en una situación crítica. Docentes y alumnos denuncian la falta de certezas sobre el futuro de la institución, lo que generó un clima de preocupación en toda la comunidad educativa y pesquera.
En diálogo con Trama Educativa, Rodrigo Velasco, docente de la escuela, expresó su alarma ante la posibilidad de un cierre inminente: . “Estamos en este momento en una situación que, si bien se han logrado generar algunas aristas que nos harían prever la posibilidad de que la escuela continúe, no tenemos la certeza”.
La incertidumbre sobre el futuro de la institución se suma a una serie de problemas que afectan a la comunidad educativa, como la precarización laboral de los docentes, la falta de inversión en infraestructura y la rotación constante del personal.
Aunque recientemente se reabrieron las inscripciones y se aseguró su continuidad pero sin embargo la preocupación persiste. Velasco subrayó la importancia de la escuela, única en su tipo en el país, que forma pilotos y capitanes de pesca, brindando un entorno de alta tecnología, con simuladores de navegación y un buque escuela. Además, cuenta con talleres de redes y electricidad, lo que la convierte en un modelo educativo singular.
Asimismo, los cursos que se dictan en la institución cuentan con homologación internacional de la Organización Marítima Internacional (OMI), lo que permite a los egresados ejercer en distintos países sin necesidad de revalidar sus títulos.
A pesar de las promesas de continuidad, los docentes aseguran que aún no existe una garantía concreta sobre el funcionamiento a largo plazo de la institución. “La Escuela Nacional de Pesca es un pilar fundamental para la formación de profesionales del sector pesquero. Su cierre sería un duro golpe para la economía local y nacional”, advirtió Velasco.
La Escuela Nacional de Pesca, con más de 50 años de trayectoria, cuenta con una infraestructura moderna y ofrece una formación de alta calidad en diversas especialidades relacionadas con la actividad pesquera. Su cierre no solo significa una pérdida irreparable para la educación, sino también un duro golpe para la industria pesquera argentina.
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