En enero se realizó la Reunión Extraordinaria de Ministros y Ministras de Educación, donde se tocó el tema de las tecnologías en la educación y la de gobernanza de las mismas.

La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación en la Reunión Extraordinaria de Ministros y Ministras de Educación 2024, realizada en Chile el 25 y 26 de enero, fue organizada por CLADE (Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación). El objetivo fue profundizar sobre cómo las tecnologías digitales pueden contribuir a una real transformación de los sistemas educativos de Latinoamérica.

En este sentido, el primer orador fue Daniel Sponda, secretario de Estado en el despacho de educación de Honduras, y expresó sus ideas sobre la inmediatez de la tecnología, la adaptación que deben afrontar los y las docentes y los 6 pilares que toman para avanzar la calidad de la educación. Dichos pilares son: alimentación escolar; libros de texto y material didáctico; mobiliario y tecnologías; infraestructura; la formación y la investigación de los docentes y los ambientes escolares.

“Y eso es lo que nos ocupa, cómo utilizamos la tecnología para favorecer el proceso de enseñanza y aprendizaje. No vamos a sustituir los libros, que tengamos por otras herramientas para fortalecer esos procesos, es totalmente diferente. La infraestructura debe estar orientada al tema de tecnología para fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje. Si antes nosotros leíamos en papel, ahora podemos leer en digital, si antes tomábamos notas en cuadernillo, ahora los podemos tomar en digital. Pero en el fondo sigue siendo lo mismo. (…) ¿Está mal o está bien que los niños usen teléfonos? Nos hace falta eso en la formación inicial de los docentes y en la permanente. Cómo, cuándo, por qué, en qué dimensión, durante cuánto tiempo utilizamos esta tecnología. El último elemento son los ambientes escolares. Y nosotros vemos como todos estos elementos que acabo de decir tributan a alcanzar los objetivos”, desarrolló Esponda.

Por su parte, Piscila Gonsales, máster en inteligencia artificial e impactos éticos en educación por la educación católica de San Pablo, habló sobre la gobernanza del Internet y la educación y sus relaciones con las políticas educativas en América Latina y el Caribe. En su discurso expresó: “Es muy importante poder adoptar el tema de las tecnologías digitales en la educación. Para que podamos considerar la perspectiva de gobernanza, sobre todo porque tenemos un contexto bastante diferente a cuando surgían las primeras experiencias de uso de tecnologías digitales en la educación”. Además, explicó cómo todas las dimensiones de la vida actual están mediadas por la inteligencia artificial y la educación no es la excepción, por eso considera que es importante crear políticas educativas sobre las tecnologías digitales.

En cuanto a Argentina, rescató que durante la pandemia fue el único país, además de Uruguay, que tuvo su propia plataforma de aprendizaje, llamada Juana Manso, alojada en servidores del país. “Por tanto, no es cierto que no sepamos cómo hacerlo, tenemos buenas experiencias que pueden servir como inspiración para un nuevo debate que está surgiendo, el debate sobre la gobernanza de la educación digital que incluye una perspectiva participativa, comunitaria, que escucha los actores del día a día de las escuelas. Una gobernanza que no esté determinada por agentes externos como ocurre hoy con las big tech”, añadió.

La última oradora que habló sobre las tecnologías digitales en la educación fue Nelsi Lizaraza, coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación y vicepresidenta de la Campaña Mundial por la Educación, representante en América Latina y el Caribe en Unesco. Lizaraza está llevando a cabo una investigación sobre experiencias de uso de tecnologías digitales en la educación y en sistemas públicos enfocados en Brasil y México, el cual tiene como objetivo ofrecer alternativas que puedan desarrollarse. En su discurso compartió 4 experiencias de la investigación que aún está en curso.

La primera se llama plataforma digital de código abierto auditable e interoperable. La están desarrollando desde hace 12 años en Cataluña, España. El objetivo de la experiencia es desarrollar una plataforma digital de código abierto auditable e interoperable alterna al Google Suite con el apoyo de activistas hackers. En segundo lugar mencionó que en Chiapas, México, el Colegio de Bachilleres creó, hace 20 años, una plataforma educativa incluyente. Su objetivo es brindar accesibilidad educativa a estudiantes de comunidades rurales con dificultades de acceso a internet a partir de la creación de una red local de intranet instalada en un servidor local usando software libre.

La tercera experiencia se llama programa “Hola Digital” en la frontera entre la escuela formal y no formal. Fue creada en 2004, se viene validando, y su objetivo es contribuir a la inclusión socio-digital en comunidades en situación de vulnerabilidad social en Salvador y alrededores, involucrando a la universidad en actividades educativas y difundiendo la filosofía del software libre. La última experiencia se da en Estados Unidos y se llama penn manor school district, creada en 1999, en este distrito educacional los softwares de código abierto son usados en toda la infraestructura escolar. Cada estudiante recibe una computadora, cuenta de administrador local, tiene acceso irrestricto para usar el sistema operacional Linux y personalizar dispositivos.

El propósito es tener la certeza de que hay posibilidades, de que hay otras alternativas, no solamente existe lo que nos ofrecen las big tech y nuestros propios investigadores pueden desarrollar alternativas

Nelsi Lizaraza, coordinadora general de CLADE

Impacto ambiental del desarrollo digital

Del encuentro también participó Sergio Amadeu, sociólogo y defensor del software libre y la inclusión digital en Brasil, presidente del Instituto Nacional de Tecnología de la Información, Licenciado en Ciencias Sociales y Doctor en Ciencias Políticas, para hablar sobre las implicaciones de los algoritmos y la inteligencia artificial en la educación pública y las consecuencias ambientales.

En este sentido, aclaró: “Lo que se llama IA en realidad son sistemas de clasificación y extracción de patrones de un conjunto gigante de datos mediante el uso de máquinas con alto poder computacional. Estamos viviendo un proceso de automatización que depende de la extracción, almacenamiento y procesamiento continuo, vasto y cada vez más rápido de datos”. Un modelo de lenguaje regido por inteligencia artificial es ChatGPT, que está conformado por 176 mil millones de parámetros a partir de una base de datos que incluyó 67 mil millones de libros, 3 mil millones de entradas de Wikipedia y miles de millones de sitios del Common Crawls, una organización sin fines de lucro 501 que rastrea la web y proporciona libremente sus archivos y conjuntos de datos al público, entre otras fuentes.

“El almacenamiento de esos datos exige estructuras gigantescas, algunas de las cuales se llaman Data Centers de hiperescala. Un único centro de datos de Google ubicado en The Dalles, Oregon, consumió 355,1 millones de galones de agua sólo en 2020. Había gastado 113,1 millones de galones de agua, en 2016, triplicando el consumo en cuatro años”, explico Amadeu. Por otro lado, comentó que para enfriar esos servidores que contienen los datos producen del 2,5 al 3,7 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, superando a la industria de aviación.

En esta economía dataficada, las big tech se presentan como poseedoras de la solución para todos los problemas del planeta, como la gran salvación de la educación. Pero ¿Será que los sistemas automatizados son lo que pueden mejorar la educación?

Sergio Amadeu, Sociólogo y defensor del software libre y la inclusión digital en Brasil

En su discurso también expresó 4 puntos importantes para que la educación funcione basándose en la inteligencia orgánica, prácticas colaborativas y el intercambio de conocimientos y que eso no sea reemplazada por la inteligencia artificial:

  • Necesitamos desmitificar la IA realmente existente e impedir que la escuela se convierta en otro territorio dominado por la alienación técnica.
  • Rechazar la proposición de que la educación de los países de ingresos medios y bajos debe reforzar la extracción de datos de sus estudiantes para el ecosistema de las big tech o que debe servir para formar startups de desarrollados de aplicaciones para el ecosistema de las big tech.
  • Bloquear el colonialismo digital, construyendo infraestructuras soberanas de almacenamiento de datos y para la creación de nuevos enfoques de IA que desconcentren poder y abran espacio para la inteligencia colectiva local, regional y nacional.
  • Generar una movilización para que los educadores se apropien de las tecnologías digitales de manera realista y crítica. Esto exige que las comunidades definan cómo los sistemas automatizados pueden mejorar su proceso de enseñanza.

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