En Trama Educativa dialogamos con Pía Quintana, presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Medicina (ESM) de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), sobre los reclamos que están haciendo, las expectativas para el nuevo año y el futuro de la carrera en la ciudad.
Los reclamos estudiantiles y la deserción
- Los estudiantes de la ESM están llevando adelante una serie de reclamos. ¿Qué cambios están pidiendo?
Por un lado, desde el Centro de Estudiantes acompañamos los reclamos estudiantiles y las movilizaciones que surgen, como un síntoma de agotamiento de muchos años de conflictos que se contenían dentro de la ESM. Y por otro lado venimos haciendo, desde abril del año pasado, una serie de reuniones abiertas e instancias participativas para generar un reglamento de cursadas porque no existe en la ESM. Esto último trae aparejado niveles altos de deserción en la carrera de Medicina.
- ¿Cuáles son los motivos de la deserción?
Es una carrera que tiene un régimen de correlatividades muy estricto. Entonces para pasar de un año a otro se requiere una cantidad de siete u ocho cursadas con final obligatorio. Un dato ilustrativo de esto es que en el año 2017 se inscribieron 3500 personas y hoy en condiciones de egresar hay 100 estudiantes nada más. Nos pone muy contentos que tengamos los egresados pero, si uno mira los números, son muy pocos los que llegaron al final de la carrera.
- ¿Hay algún año o materia en el que esta deserción se observe con mayor frecuencia?
Hay dos situaciones particulares. Una es en primer año donde hay un volumen grande de ingresantes, cada año hay más de dos mil inscriptos. En los primeros parciales del primer cuatrimestre hay un filtro, como le llamamos nosotros, en el que hay número muy alto de deserción. Y de tercero a cuarto año tenemos un pase muy importante del ciclo básico al ciclo clínico que requiere una gran carga de materias, a lo que se le suma otras cuestiones del plan de estudio. Allí está el otro gran filtro.
- ¿Qué actividades están llevando a cabo para revertir la situación?
Por un lado las manifestaciones y encuentros para pensar cuáles son las herramientas que tenemos como estudiantes para visibilizar lo que pasa. Otro problema es que, por ser Escuela Superior, no hay órganos de cogobierno que son tan importantes en la Universidad. Entonces no hay un Concejo Académico donde podamos llevar proyectos para que se debatan y se llegue a un consenso para ser aprobados. Por eso hacemos un recorrido, por un lado, para sacar el conflicto de adentro de la Escuela para visibilizar la situación y, por el otro, recurrir a instancias institucionales. Por ejemplo, a través de la Federación Universitaria Marplatense, donde pedimos el apoyo de ellos para que en la ESM haya un reglamento de cursadas.
- ¿Pudieron comparar el grado de deserción que se genera en nuestra universidad con otras ciudades del país?
Sí. Tenemos contacto con compañeros de La Matanza que tienen el mismo plan de estudios.. Ellos tienen un reglamento de cursada y un sistema de correlatividades muy diferente, que no es tan excluyente. Los números de deserción estudiantil son muy distintos. Los nuestros son bastante alarmantes.
- ¿En qué consiste la propuesta que elevaron a la ESM?
La idea que tenemos es de poder generar, a través de la política, herramientas que garanticen no solo el ingreso, que es irrestricto, sino también la permanencia y el egreso de los estudiantes. Para ello elaboramos un reglamento de cursada. Esperamos que se pueda tratar primero en la ESM. Generar consensos entre todas las partes y llegar a acuerdos para lograr el mejor reglamento posible. Luego hay que elevarlo al Consejo Superior, que es donde se aprueban esos documentos porque no tenemos Consejo Académico dentro de la Escuela.
- ¿Se reunieron con los docentes y con las autoridades?
Estamos a la espera. El director de la carrera, Adrián Alasino, se comprometió para que la reunión con la gestión suceda y de ahí poder generar encuentros con los docentes y con las distintas áreas de la Escuela.
La idea que tenemos es de poder generar, a través de la política, herramientas que garanticen no solo el ingreso, que es irrestricto, sino también la permanencia y el egreso de los estudiantes.
Las prácticas finales
- Respecto a las prácticas ¿dónde las están realizando y que término tienen?
Se llaman prácticas finales obligatorias, es como el sexto año de la carrera. Todavía no las hemos iniciado. Estamos a la expectativa, esperando para ver qué pasa en la ESM. Sabemos que duran nueve meses y que son rotaciones por especialidades, pero no tenemos más información que esa. La reunión de la que hablábamos antes también tiene que ver con empezar a tener una comunicación fluida sobre lo que va a pasar con nuestros propios trayectos académicos y no diseñar sobre la marcha porque uno tiene que poder adaptar la carrera a su vida y no al revés. También sabemos que será en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), en el Hospital Privado de la Comunidad (HPC) y que hay convenios con otros lugares cercanos a Mar del Plata pero aún no tenemos información sobre la distribución.
- ¿Cómo es la preparación de los estudiantes que están en condiciones de hacer las prácticas?
Hay mucha expectativa. Uno lleva cinco años estudiando para ese momento. Si bien tenemos prácticas desde momentos tempranos de la cursada, la perspectiva de la carrera tiene que ver con acercarse mucho a la atención primaria de la salud pero no es un recorrido adentro de los hospitales tan específico de poder conocer las grandes especialidades de la medicina. Ahí es donde vamos a terminar de definir si lo que nosotros pensamos es lo que queremos hacer o si nos enamoramos de otra especialidad en el camino.
Los ingresantes y el futuro de la carrera de Medicina
- ¿Cómo es la ayuda a los ingresantes de la carrera?
Nosotros entendemos que la porción de la universidad que es ingresante es muy grande y tiene sus particularidades. Pero no solo tenemos a quienes ingresan en 2022 sino también a dos camadas de estudiantes que nunca fueron a la ESM presencialmente. Es como recibir a tres grupos de ingresantes juntos. Para ello creamos en el Centro de Estudiantes una secretaría particular que es de acompañamiento a ingresantes, foráneos y extranjeros, porque tenemos muchos compañeros de otros países. La idea es generar herramientas de contención para que el ingreso a la universidad sea de la mejor manera posible.
- ¿Hay alguna novedad sobre la posibilidad de que la ESM tenga edificio propio?
Sobre eso no tenemos información. De hecho, tenemos algunos problemas con los espacios de los que también nos hemos ocupado. Hay un gran número de estudiantes y una gran cuota de presencialidad, ya que la carrera tiene mucha carga práctica. En ese sentido, todavía no tenemos comedor y estamos esperando respuestas porque eso no depende tanto del Centro de estudiantes sino de la Universidad.
- Tienen similitudes con la propuesta académica de La Matanza. Además hemos escuchado a Adrián Alasino, director de la ESM, marcando diferencias en cuanto a la estructura de la carrera en nuestra ciudad respecto a la tradicional, como se dicta en la Universidad Nacional de La Plata o en Córdoba. Una propuesta local con una formación más comunitaria que biológica. ¿Ustedes notan esas diferencias?
A veces lo percibimos más en lo teórico que en lo práctico, pero es un desafío trasladar la teoría a la práctica y eso lo entendemos. La perspectiva social en la carrera está. Hay una identidad muy fuerte de cambiar un paradigma que es el de curar las enfermedades y empezar a cuidar la salud. Esos son los médicos que necesitamos que salgan de la UNMDP.
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