En Trama Educativa Radio hablamos con Fernando Scholtus, decano de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) regional Mar del Plata, sobre cómo vienen transitando este ciclo lectivo, qué acciones están trabajando a futuro y cuándo son las inscripciones para el 2024.
-¿Cómo continua el cargo de decano?
El pos pandemia fue una cosa que me pasó de volver a la clase, al aula, físicamente y cuando vuelvo por ahí recordaba cosas del año pasado y en realidad había pasado hace 3 años. Digo esto porque el proceso de empezar con una facultad que hoy tiene las autoridades y su cogobierno, además de ser una experiencia nueva, es una experiencia que se vivió en pandemia. La elección se vivió casi sobre el cierre, se inició el tema de lo que fueron las actividades del año siguiente con esa presencialidad plena controlada que después, de a poco, se fue abriendo más y más. La verdad que yo viví toda esa transición de estar yendo casi un año a la facultad, éramos 4 personas en un edificio grande, en el que por día rondan alrededor de 1800 y 2000 personas en algunas oportunidades y es un proceso de 0 a un poco y después tener cerca de 2000 personas, es raro de contar.
Hoy te puedo decir que todo termina siendo nuevo. La facultad tiene un decano que por primera vez es electo, que soy yo, por primera vez a mi me toca conducir una facultad, por primera vez tenemos un órgano de cogobierno, que estamos todos aprendiendo. Pero tenemos muchas satisfacciones, de a poquito estamos empezando a trabajar con las secretarías que hacen su función en las áreas sustantivas. Siempre se escucha el tema sobre de qué manera una universidad se desarrolla, y lo hace a través de la academia, la investigación y la transferencia, como tres áreas que se relacionan intrínsecamente con una Secretaría Académica, con una Secretaría de Extensión y con una Secretaría de Ciencia y Tecnología, y esas secretarías también son nuevas. Todas esas áreas hay que madurarlas, aprender en el proceso, pero la verdad que tenemos buenas satisfacciones porque cuando arrancamos en pos pandemia arrancamos con un nivel de actividad superior al que habíamos dejado.
-¿Hay nuevas carreras y cursos que no estaban antes de la pandemia?
Hay sobre todo mucha más gente. Las carreras se dividen en lo que es grado y pre grado, en lo que es formación académica y el resto pasa por los cursos. Los cursos forman parte del área de extensión y ahí aparece como una intensión de trabajar con muy variados focos. Pero en el área académica hubo un incremento muy importante de matrícula. Uno quiere que una persona que entre a la facultad, entre y se quede para ser un ciudadano universitario y como ciudadano universitario consiga lo que se propone. Estudiar, conseguir el título, conseguir un trabajo. Es un proceso que muchos empiezan y no todos terminan.
-¿Cómo se conmemoraron los 75 años de la UTN?
La verdad que nosotros nos plegamos a lo que fue la actividad a nivel nacional, en ese sentido, estuvimos presente en las celebraciones en el marco de la quinta reunión del Consejo Superior, que hoy por hoy junta las 30 facultades regionales. Entendemos que hay una situación muy compleja en el país que habla de una necesidad de tener cierta austeridad en el manejo, me parece que es una parte responsable de quienes estamos en la gestión que tenemos una imagen, o un tipo de actividad, que tenemos que dar.
Sin embargo, yo digo que me parece que la mejor forma de contar qué se piensa con respecto a los 75 años de una universidad que nació como obrera, que en un momento para poder estudiar había que rendir un ingreso y tener un certificado de trabajo y si no lo tenias, lo tenias que truchar. Hoy si uno dice cuáles son las cosas que nos pondrían contentos es que eso siga pasando, que aparezca la movilidad social. Que una persona que no puede estudiar porque le cuesta por los recursos, pueda ir a nuestra facultad y ahí lo pueda hacer.
Nosotros siempre trabajamos pensando que no importa cuál es tu identidad, simplemente interesa que tengas ganas de estudiar. A mi me pasó que a un grupo al que le tomé una evaluación en una materia que doy yo, la conformación era 50% mujer 50% varón. De ese grupo que eran 50 y 50 pasó que todas las personas que fueron a dar el examen conmigo estaban trabajando, dos de las mujeres que estaban ahí eran mamás, uno de los chicos era papá. Esa fue una buena forma de festejar los 75 años de una facultad obrera.
-Y aparte es pública
Yo tengo mucha confianza que la educación pública en Argentina va a seguir existiendo, independientemente de lo que pase con el escenario electoral, soy un confiado de que eso va a seguir siendo así. La universidad es uno de los lugares en los que uno habla de una calidad académica indiscutible. A veces se habla de algunas falencias en los niveles intermedios o primarios, sin embargo, en la universidad en ningún lugar se discute la calidad académica. Desde ese lugar yo siento que hay preocupaciones que como público tenemos que tomar que tiene que ver con esta cuestión que suena de que las carreras de ingeniería son muy largas, que tenemos que tener certificaciones intermedias. Digo esto porque las estructuras de las universidades públicas, nacionales, no son chicas, a veces las reacciones tampoco son rápidas.
Entrevista completa:
-Cuando hablamos de carreras más cortas, ¿estamos hablando de tecnicaturas?
Nuestra universidad es pública y a veces pública se relaciona con gratuidad y a veces el término gratuidad está mal manejado porque en realidad gratis no es. Pero hablamos de arancelado o no arancelado. Las carreras que hoy son prioritarias para el Estado son las de grado, entonces las de pre grado, que son estas tecnicaturas, hoy no son así. Nosotros entendemos que la formación del grado permite hacer ciertas articulaciones con algunas masas flexibles que por ahí permita tener certificaciones intermedias o títulos de algún técnico con alguna formación o capacidad establecida que permita llegar sin el arancel. Hoy los aranceles en nuestra facultad cuando hablamos de las carreras de pre grado son bajos respecto a otras universidades privadas. Y eso es porque uno lo que tiene que garantizar es el auto sustento y que se pueda sostener la carrera básicamente. También tenemos que pensar en que la ingeniería tiene que ser más corta y que tiene que tener certificación intermedia.
-¿Qué está pensando la UTN respecto de esas carreras que forman hacia el futuro que recién mencionabas?
Puedo decir que hay una mirada puesta en de qué manera uno acomoda lo que es carga horaria de ciertas estructuras que por ahí están ancladas. Creo que hoy nuestra universidad está teniendo ciertas variaciones en los cuadros de gestión, hay una mirada joven en ese sentido que busca pensar qué es lo que hace falta, y los lugares hacia los que se mira están puestos en la tecnología. La incorporación de la tecnología en temas que tiene que ver con la interacción con las cuestiones informáticas, softwares avanzados, de una manera transversal en todas las carreras. Y después estar atento en lo que viene pasando con respecto a herramientas que, si bien hace mucho tiempo que están, tuvieron un boom que tiene que ver con la inteligencia artificial. Lo que uno tiene que hacer es ver de que manera ayuda a los estudiantes para que empiecen a interactuar con esas herramientas para resolver problemas. La universidad es la única nacional y federal que, además, tiene su eje puesto en lo que son las ingenierías. Tiene 17 ingenierías y 2 licenciaturas. Claramente el desarrollo pasa por ver de qué manera los ingenieros tienen un manejo que está muy vinculado a la tecnología.
-Mirando hacia el ciclo lectivo 2024, ¿cómo llevan a cabo las inscripciones?
Las inscripciones se abrirían el lunes 11 de septiembre. Sin embargo, tuvimos que cambiar lo que pasaba con la Tecnicatura en Programación. Esa carrera había tenido el año pasado un esquema de inscripción virtual con un sistema implementado de autogestión en donde cada uno era responsable de subir una documentación que después se controla. Uno accedía al lugar donde tenía que hacer interacción a través de un link que estaba en la web y teníamos en todas las carreras un nivel de actividad normal, excepto en Programación que en 40 minutos ya no teníamos más lugar. Este año manejamos las cosas distintas, hay un link de pre inscripción, hay un esquema que está planteado donde uno se anota y después tiene que hacer un examen en donde se muestre el conocimiento previo con una formación asincrónica, y si supera el test de evaluación accede a un sorteo.
Las expectativas son buenas. En todo este proceso de tiempo en el que estoy aprobamos dos extensiones aúlicas, una en Necochea y una en Pinamar. En Necochea ya estamos dictando una Tecnicatura en Programación y en Pinamar estamos en conversaciones para ver qué es lo que hacemos en el primer cuatrimestre del 2024. Lo que está pasando es que sentimos que estamos mucho más presentes en la comunidad. Eso hace que haya un montón de gente que conozca nuestro espacio, cada vez más.