Mediante un comunicado enviado al gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, desde la Unión de Docentes de Buenos Aires, solicitaron la suspensión de las clases presenciales en los distritos que se encuentran en Fase 3 y 4, siendo esta “una herramienta efectiva para disminuir la circulación comunitaria del virus”.
Desde el gremio docente le solicitaron al Gobernador que ordene la suspensión de las clases presenciales y compartieron datos extraídos del “Informe sobre el Impacto de la Presencialidad Escolar”, elaborado por investigadores de la UBA y del CONICET, donde se afirma que, a partir del DNU presidencial que suspendió las clases presenciales en el Conurbano bonaerense, disminuyó la circulación viral comunitaria.
La disminución de casos en el Conurbano fue del 22% entre el 22 y el 27 de abril, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires la caída fue del 13% y del 11% en el Interior de la Provincia. En el estudio se explica que si no se realizaba la suspensión de clases presenciales en el Conurbano, la reducción del 22% hubiera sido sólo del 13%, por lo tanto, en ese período de 5 días se habrían presentado otros 2.500 casos positivos de COVID-19.
“Es claro y manifiesto que la saturación actual que sufre el sistema de salud en el interior de la Provincia de Buenos Aires tiene como causa que las clases sigan siendo presenciales”, afirmaron desde UDOCBA. Y añadieron que “la escolaridad presencial conlleva mayor riesgo de contagio para niños, niñas, adolescentes y docentes”.
Finalmente, desde el gremio declararon: “Tampoco están garantizadas las condiciones de seguridad y salubridad en los establecimientos, por lo que la suspensión de clases presenciales en los distritos que se encuentran en Fase 3 y Fase 4 resulta imprescindible para cuidar la salud de la población”.