En Trama Educativa Radio hablamos con Belén Caputo, responsable de Rayuela Club de Arte, junto a algunos de sus artistas para compartir un momento musical.
El programa del 31 de julio estuvo acompañado de música con Rayuela. Nos visitaron Benjamín, que participa del club desde sus 4 años, y Matías, que es el último participante que se sumó. Belén nos comentó, “La mamá de Matías nos había dicho que a él le gustaba mucho la música y cuando pisó rayuela dijo “Esto es el paraíso”, no me voy a olvidar nunca. Llegó al mundo musical de rayuela y se unió fácilmente». Matías va a banda y aparte a piano, igual que Benjamín.
Matías: A mí me encanta el piano porque mi abuelo, de parte de mi mamá, tenía uno y siempre tocaba y me trataba de ayudar. Desde muy chico que toco el piano. El segundo instrumento que me gusta después del piano es la batería.
Belén: Hay una cosa entre un pianista y un baterista que es la disociación. El piano siempre hacemos una cosa con la mano derecha y otra cosa con la mano izquierda, incluso a veces usamos el pie derecho para pisar el pedal. Entonces ya hay una disociación.
Entrevista completa:
Matías nos deleitó con la canción Té para tres, interpretada en el piano, y luego con El Tren del Cielo. Por su parte, Benjamín tocó con Belén a cuatro manos la canción Up town waltz y Entre Las Rosas.
-Belén, ¿por qué recomendaste siempre la música como una forma de educación?
Lo recomiendo porque lo he vivido, desde muy chica siempre me llevaron, un poco obligada, pero lo agradezco. Aprendí a leer música y no lo disfrutaba, me gustaba tocar, pero no la didáctica de la profesora. Pero seguía yendo, y seguí yendo, y me parece que hay un momento donde los padres o los adultos tenemos que apretar un poquito, llevarlos y mostrarles el camino del arte. Creo que la música es canal, como decía El Chango Spasiuk sobre por qué los niños tienen que tocar un instrumento “Uno para tocar un instrumento tiene que estar limpio, atento”. Ni que hablar tocar con otro, hay que sincronizar. Para tocar, escuchar lo que el otro hace, no tocar más fuerte.
Hay mucha solidaridad en la música. Yo que trasmito la música creo que nos conmueve, nos acompaña en la vida. Es una disciplina que yo no la sacaría del sistema educativo. Es terrible que la hora de música sea la hora de ocio, la hora libre. Porque hay que mostrarles, sobre todo a los más jóvenes, que es fundamental el sentido del ritmo, los sonidos, es algo que se torna necesario para el buen crecimiento, para una educación sana. La música debería ser un pilar fundamental, o que todos pasen por ahí, transitar el camino de la música en algún momento de la vida. Es muy personal, uno nunca se puede comparar con otra persona, es una experiencia tan propia y tan única del ser que todos tienen que vivirla.
-Para todos aquellos que quieran vivir esa experiencia, ¿cómo se pueden comunicar con Rayuela?
En Rayuela tenemos el Instagram que es @rayuelaclub y estamos en Brown entre Dorrego y Guido, a media cuadra de la plaza. No estamos con mucha vacante, por suerte, tenemos los talleres medio desbordados, pero siempre se puede hacer un lugarcito.