Por Ezequiel Vivas
El poema Átomos Milenarios de Crisal Rodriguez – pueden encontrarlo en un video recitado por ella misma y llevarse una sorpresa – menciona una cena de bacterias y su gas metano. Gas de olor desagradable que se produce en un compost que trabaja de manera anaeróbica (en ausencia de oxígeno).
Arranco entonces la cadena de pensamiento. Inspiren.
Un compost con olor desagradable está falto de oxígeno. Cada vez que siento mal olor en mi compost lo relaciono a dos ideas. La primera, es que el hecho de que nuestro cerebro interprete ese olor como desagradable proviene de que nuestro cuerpo no sobrevive en un ambiente anaeróbico. Entonces el asco, señal instintiva y de supervivencia que nos da nuestro olfato, nos lleva a alejarnos de ese lugar.
Un compost saludable se produce con oxígeno (al final una aclaración sobre esto). Atentos a que nosotros tampoco sobreviviríamos en un ambiente con exceso de oxígeno. ¿Cómo aprendiste a respirar?
La segunda idea que aparece por una simple inspiración, es que luego de varios años de compostar, creyéndome experto compostador, sigue habiendo momentos en los que mi compost larga mal olor. Y cuando miro bien en qué momentos es, veo que soy yo quien no está respirando, quien no está “tomando aire”. Hecho este ejercicio interno, me queda la certeza de que TODO compost con mal olor se puede arreglar, la vida y los microorganismos vuelven a crecer si se oxigena nuevamente.
Una forma camuflada del proceso de anaerobia es el exceso de agua. El oxígeno dentro del agua se encuentra en menor cantidad que en el aire, con lo cual si un compost está inundado o tiene una capa de líquido en el fondo también se llevará a cabo un proceso anaeróbico y producirá metano. Si lo pensamos de este modo, buscaremos entonces que nuestra compostera tenga buen drenaje para el exceso de líquido, y evitaremos que las lluvias fuertes la inunden.
Si no han hecho la conexión aún, pensemos sobre la basura orgánica en tu tacho de basura. ¿Por qué larga olor? Ensayo una respuesta técnico-reflexiva: La bolsa del tacho es de plástico, que es un noble y útil material de larga duración y por lo general poca porosidad. El problema no está en la bolsa, sino en querer usarla en un proceso que necesita oxígeno y ventilación. ¿O será que el mal olor es señal nuevamente de que algo tiene que gestionarse distinto? ¿Vos para qué usas el plástico?
Toca ahora escribir sobre un compost sin metano, con buena oxigenación. Que en realidad es el que más abunda, aunque el mito del mal olor tenga muchos seguidores.
Imaginemos el lugar con más oxígeno del planeta. Si, ahí. La vida y los colores abundan, el agua fluye.
Hagamos una inspiración de esas que te cierran los ojos. ¿A qué huele? Yo digo que así quiero que huela mi #zonadecompost. Ya no vuelvo más a dejarla/me sin oxígeno.
Expiren.
Quienes estén en búsqueda sobre el tema compost, habrán visto que hay métodos de compostaje anaeróbico. Espero tener el conocimiento suficiente para expresarme sobre eso más adelante, mientras tanto bienvenido el pensamiento crítico sobre lo que acaban de leer.
El presente artículo refleja la opinión personal de su autor y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa