La elección de Clara Chevalier al frente de Conadu llega en uno de los momentos más tensos para el sistema universitario argentino. Docente e investigadora de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Chevalier combina el aula, la investigación y la militancia gremial en un escenario marcado por el ajuste presupuestario, la presión del gobierno nacional y un clima político que, según advierte, desordena las reglas del juego.
En diálogo con Trama Educativa Radio, la electa secretaria general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), Clara Chevalier, compartió cómo vive este cruce entre la docencia y la acción sindical, y cuáles serán los ejes sobre los que buscará reconstruir una representación fragmentada.
Clara destacó que el trabajo académico y el gremial nunca fueron caminos separados, y que dar clases de Historia del Movimiento Obrero alimenta su mirada sindical, y la militancia también transforma la forma en que se para frente al aula. Reconoció que en ese ida y vuelta se generan choques inevitables entre responsabilidades, aunque sostiene que mantenerse en las aulas le permite leer las subjetividades cambiantes del estudiantado.
La reciente elección en Conadu dejó una postal inédita: las tres candidaturas principales estuvieron encabezadas por mujeres. Para Chevalier, no se trató de una consigna ni de una estrategia, sino del resultado natural de un proceso que viene transformando al sindicalismo universitario. Recordó que no es la primera mujer en ocupar la Secretaría General de la Federación, pero sí destaca que se haya tratado de una contienda enteramente protagonizada por compañeras en un contexto donde las universidades siguen contando con muy pocas rectoras en sus conducciones.
Sin embargo, el contexto nacional agrega capas de complejidad, con una Ley de Financiamiento Universitaria promulgada pero no ejecutada, un presupuesto 2026 con nuevos recortes y un resultado electoral del Gobierno que, según Chevalier, “le dio un espaldarazo político y un impacto anímico” en la disputa con el sector educativo.
Además, la reforma laboral, previsional e impositiva que se discuten en el Congreso pueden modificar de manera directa la vida de las y los docentes: desde la edad jubilatoria hasta las formas de contratación y la negociación de condiciones laborales. Para ella, el Gobierno intentará segmentar esas discusiones, presentarlas como ajenas al mundo universitario, y ahí radica el riesgo de que la docencia termine defendiendo solo aquello que el relato oficial busca convertir en un privilegio.
Pese a ese panorama, Chevalier comentó que lo que se viene será una agenda cargada, exigente y llena de disputas por dar, pero también una oportunidad para que Conadu logre articular un trabajo más amplio, plural y sostenido con todos los gremios, más allá de sus diferencias. “Necesitamos muchas cabezas pensando en escenarios nuevos”, aseguró.