En Trama Educativa Radio, dialogamos con Maria Alejandra Bianchi directora institucional del Colegio Loris Malaguzzi.

Desde una pedagogía que pone en el centro a las personas, el Colegio Loris Malaguzzi construye día a día una experiencia educativa atravesada por la curiosidad, el vínculo y la confianza. Con más de dos décadas de trayectoria en Mar del Plata, la institución se consolidó como un espacio donde aprender es también descubrir, preguntar y habitar el mundo con otros.

“La escuela no se define por jerarquías rígidas, sino por el encuentro entre personas”, sostiene María Alejandra Bianchi, directora institucional, al explicar una de las bases que atraviesa la propuesta pedagógica, inspirada en el legado del pedagogo y periodista italiano Loris Malaguzzi.

La historia comenzó con el nivel maternal, con salas para bebés de pocos meses, y fue creciendo junto a quienes la habitan. “Los chicos crecían y no queríamos que se fueran. Así nació el jardín, después la primaria y más tarde la secundaria, que este año cumple diez años”, relató Bianchi. Hoy, la escuela celebra también los 15 años de su nivel primario, consolidando un recorrido que se fue construyendo desde el afecto y la continuidad pedagógica.

Lejos de una propuesta rígida, el proyecto educativo se apoya en la exploración y la experiencia directa. Desde investigaciones científicas adaptadas a la infancia hasta salidas educativas, viajes y encuentros con autores y autoras, la escuela promueve aprendizajes que trascienden el aula. 

Esa búsqueda permanente se refleja en experiencias como la participación de investigadoras del CONICET en salas de nivel inicial, intercambios culturales, actividades de campo y propuestas que dialogan con el entorno social y natural. 

La escuela también forma parte de redes educativas nacionales e internacionales, como ADASIM, vinculada a la lengua y cultura italiana, lo que permite intercambios, capacitaciones docentes y proyectos compartidos con instituciones de distintos países.

La impronta italiana no es casual. Mar del Plata, con su fuerte raíz inmigrante, atraviesa la identidad de la escuela. “La lengua, los gestos, la cultura forman parte de nuestra historia. Aprender un segundo idioma desde pequeños abre puertas, estimula el pensamiento y conecta con nuestras raíces”, señaló Bianchi, quien reivindica la memoria viva del puerto y de las familias que forjaron la ciudad.

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