Por Paula Waldmann
Ingeniera pesquera (UTN) y Magister en tecnología de los alimentos

El análisis sensorial de alimentos es una fascinante disciplina que utiliza nuestros sentidos (vista, olfato, gusto, tacto y oído) para evaluar y disfrutar de las características de los alimentos. Este tipo de análisis es clave para garantizar que los productos que encontramos en el mercado no sólo sean seguros y de alta calidad, sino también deliciosos y atractivos.

Imaginate comprar tu snack favorito y notar que no tiene el mismo sabor. ¡Qué decepción! Aquí es donde entra en juego el análisis sensorial, que asegura que cada bocado cumpla con los estándares de calidad. Permite detectar cambios en el sabor, aroma, textura o apariencia que podrían indicar problemas en la producción o en la materia prima. Además, es fundamental para crear nuevos productos que nos encanten desde el primer momento. Mediante paneles de cata y estudios sensoriales, las empresas pueden ajustar recetas y procesos para lograr productos irresistibles.

El análisis sensorial se lleva a cabo mediante una serie de pruebas bien organizadas. Estas pruebas pueden ser descriptivas, donde un grupo de expertos detalla las características específicas del producto; de aceptación, donde los consumidores dan su opinión sobre cuánto les gusta un producto; o discriminativas, diseñadas para identificar diferencias entre varias muestras de productos.

Aquí es donde la magia sucede. Un grupo de personas, ya sean entrenadas o consumidores comunes, participa en las pruebas. Los evaluadores entrenados son capaces de identificar y describir características sensoriales con gran precisión. Se necesita un ambiente controlado para que las percepciones no se vean afectadas por factores externos. Imagínate hacer una prueba de sabor en una cocina llena de olores fuertes; no sería muy precisa, ¿verdad? Además, se utilizan herramientas y técnicas científicas para asegurar que los resultados sean precisos y consistentes. Esto garantiza que las evaluaciones sean fiables.

Aunque es una herramienta poderosa, el análisis sensorial enfrenta algunos desafíos, como la variabilidad en la percepción individual y la necesidad de entrenar evaluadores. Sin embargo, con la continua aplicación y evolución tecnológica, el futuro de la industria alimentaria se presenta más sabroso que nunca.

El análisis sensorial de alimentos es esencial para asegurarnos de que cada producto que llega a nuestras manos no solo sea seguro y de alta calidad, sino también una delicia para nuestros sentidos.

Fuente: Universidad Tecnológica Nacional

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