De manera unánime, el Consejo Federal de Educación aprobó el protocolo para regresar con las clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria. Te mostramos los 7 puntos claves establecidos en el documento.

En las últimas horas, el Consejo Federal de Educación aprobó de manera unánime el protocolo para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria, el cual fija las pautas y recomendaciones que permitirán a cada Provincia y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elaborar planes progresivos que garanticen el retorno a la escuela. 

Según declararon desde el Ministerio de Educación, la fecha estimada para el regreso a las aulas en todo el país, descontando al AMBA y la Provincia de Chaco, es en agosto. Aún así, advirtieron que el regreso dependerá de la situación epidemiológica en cada región.

Para que cada provincia pueda elaborar reglamentaciones propias como complemento al documento consensuado, deberán presentar un “plan jurisdiccional de retorno a clases presenciales” ante el Ministerio de Educación de Nación, que deberá aprobarlo para que entre en vigencia. “El mismo deberá contemplar en su organización y alcances, lo establecido en el documento acordado y tener la aprobación de las máximas autoridades educativas y sanitarias de cada jurisdicción”, aclararon desde la cartera nacional.

El conjunto de pautas para el retorno a las clases presenciales, basadas en criterios sanitarios y de seguridad en el trabajo, así como de organización escolar y pedagógica, significan «el rediseño de la dimensión física y de los flujos del movimiento dentro de la escuela. Se basan en el distanciamiento físico, el tiempo de exposición, la dinámica del aire y la higiene personal».

Los 7 principales puntos expuestos en el protocolo a tener en cuenta en el regreso a la presencialidad, están:

  1. Agua, jabón y alcohol en gel: aquellas instituciones que deseen retomar la actividad presencial deberán contar con insumos básicos de higiene: agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura.
  1. Ingresos espaciados: habrá distintos turnos de entrada para los cursos que definirán las mismas jurisdicciones con sus escuelas. De esta manera, se tratará de evitar los aglutinamientos habituales en las puertas de las escuelas, y se buscará descongestionar el transporte público en las principales ciudades.
  1. Tapabocas en todo momento: esto será más allá de que estén dentro de las aulas o en los espacios comunes de los establecimientos. Incluso los docentes, si lo desean, podrán agregar una máscara de acetato para mayor protección. Los únicos exceptuados serán los niños de nivel inicial.
  1. Distanciamiento social y asistencia alternada: en los pasillos, baños, patios y otros espacios comunes, el distanciamiento obligatorio será de 2 metros. En las aulas, con tapabocas y lavado de manos, será de al menos 1,5 metros. La medida llevará a dividir los cursos en dos o más grupos. Ya no podrán asistir todos los alumnos al mismo tiempo y se deberá complementar con educación en el hogar.
  1. Los nuevos recreos: buscarán que haya un turno específico para cada grado para evitar la interacción entre los cursos. Del mismo modo, los juegos tradicionales, como el fútbol o la mancha, estarán prohibidos.
  1. Sin actos escolares: las fiestas por las fechas patrias, con cientos de alumnos, docentes y padres reunidos en un salón, tampoco se podrán llevar adelante hasta que se recupere la normalidad.
  1. Accionar ante un caso sospechoso: el primer paso ante la detección de un caso sospechoso será el aislamiento e hisopado del estudiante o docente en cuestión. Después se procederá al rastreo de sus contactos estrechos, los compañeros que tuvieron vínculo con él, para aisarlos y testearlos en caso de presentar síntomas. Al día siguiente, toda la escuela permanecerá cerrada y se suspenderá la actividad. Ese día será destinado a la desinfección.

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