En el marco de la Feria Distrital de Ciencia, Arte y Tecnología, estudiantes de la Técnica 2 de Mar del Plata presentaron un proyecto innovador y sustentable: ladrillos fabricados con cal, agua y bambú.
La edición N° 53 de la Feria Distrital de Ciencia, Arte y Tecnología tuvo como sede a la Escuela Secundaria Técnica N° 2 de Mar del Plata, ubicada en San Luis 1445, y reunió a estudiantes de primaria y secundaria que presentaron más de 150 proyectos escolares, muchos de ellos relacionados con el cuidado del ambiente.
En ese marco, alumnos y alumnas de la Técnica 2 desarrollaron ladrillos de cal, agua y bambú, los cuales prometen ser una alternativa ecológica de los materiales para la construcción. Ludmila, integrante del grupo, contó a Radio Brisas: “Principalmente, pensamos en algo que la gente no usara o desperdiciara, por lo que estábamos en una encrucijada. Íbamos caminando por la calle y vimos un bambú, por eso surgió la idea del bloque de bambú”.
A su vez, explicó: “La estética y el tamaño son parecidos a los de un ladrillo tradicional de adobe, aunque no lleva ningún tipo de cocción. Hicimos una pasta, la metimos en un molde y lo prensamos con una máquina hidráulica en el colegio. Como no compactó bien, fuimos modificando la mezcla, con 1200 gramos de cal, dos cañas de bambú y menos de un litro de agua”.
La preparación de los ladrillos tuvo un costo aproximado de $250 por unidad. Al respecto, la estudiante de séptimo año, detalló: “Es macizo, súper resistente y térmico. Tuvimos que comprar una bolsa de cal de 20 kilos, de la cual salen entre 15 y 18 ladrillos. Después de compactarlos hay que dejarlos fraguar y secar durante una semana y así ya tenés un ladrillo listo de bambú”.
En la misma línea, destacó: “Queríamos unirlos con una mezcla ecológica para agilizar tiempos y además no es tan caro. Son accesibles y se pueden pegar con una mezcla tradicional, arcilla o los tantos pegamentos que hay en la industria”. Y agregó: “Fue algo constante, desde abril que se nos planteó la propuesta. Fue gracias al grupo que pudimos llevar esto adelante”.
Por último, sobre la caña de bambú utilizada, contó: “Hay más de 1600 especies y acá tenemos la Phyllostachys Aurea, que es la que utilizamos. Crece acá en Mar del Plata y se ve como una plaga, pero tratamos de convertir esa plaga en algo potable y que podamos exprimir concretamente”.
