Trama Educativa entrevistó a María José Lucero, docente de la Escuela Secundaria N° 57 de Mar del Plata, para saber más acerca de la situación edilicia del establecimiento y la realidad social de su comunidad educativa.

La EES N° 57 de la ciudad se encuentra en Brandsen al 9800, barrio Santa Rosa. Actualmente, el Servicio Alimentario Escolar le entrega solo 14 bolsones de alimentos, por lo que el colegio primario proporciona 20 más, atento a que le sobra mercadería. ¿Pero qué pasaría con los alumnos y alumnas que asisten a la escuela secundaria sin esa ayuda extra de la primaria?

María José Lucero, docente del establecimiento, aclara que «la realidad es que no alcanza». En este sentido, resaltó que la mayoría de las familias no están en buenas condiciones socioecónomicas; teniendo en cuenta el contexto actual de ‘cuarentena’, muchos siquiera están trabajando. «Tratamos de conseguir ropa para poder donar, nos pedían camperas, zapatillas y frazadas. Fuimos hace 15 días y los chicos estaban en ojotas y medias, y hacía mucho frío. Pero como siempre, no es suficiente», agregó.

«También conseguimos 20 bolsones de mercadería que pudimos distribuir con algunas familias que no estaban anotadas en esa lista. Lamentablemente, si no están en esa lista de la Dirección, no se les puede entregar nada», informó Lucero. Por otro lado, la docente aseguró que la infraestructura del colegio no está en condiciones para que los chicos y chicas esperen en una fila, bajo el frío: «Tratamos de que no sea así, pero tenemos poco tiempo para entregar la mercadería. La mayoría de las familias va con sus hijos, por lo que el volumen de gente es mayor y no podemos permitir que entren todos», añadió. Incluso, la comunidad educativa de la EES N° 57 consiguió juguetes para los más pequeños.

Respecto a la posible vuelta a clases de manera presencial para el mes de agosto (medida que se está analizando desde el Gobierno Nacional y las distintas entidades referentes en materia de educación), Lucero dijo: «La secundaria es chica. En el turno mañana, hay ciclo básico y superior; en el turno tarde solo ciclo básica, porque la realidad es que los chicos no llegan todos al ciclo superior. Las aulas no son grandes. En algunas no tenemos puertas por lo que no se podrían cerrar. El año pasado estaba solamente una hoja haciendo de puerta. Tenemos 10 baños, de los cuales andan 2. Sin la pandemia o con la pandemia, es lo mismo. Además, hay goteras por todos lados. Va a ser muy difícil la vuelta».

En esos tiempos de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, la secundaria presiona con la continuidad pedagógica: «La realidad es que ya no sabemos qué hacer. Desde hace un mes que los chicos no responden. Los tenemos mayoritariamente en whatsapp. Mandamos videos, hacemos llamados, enviamos fotos, pero estamos muy alejados de ellos. Tampoco conocemos sus realidades. El colegio se abre cada 15 días por el SAE y en ese instante, es muy breve el cara a cara, no llegamos a hacer un vínculo. Ahora, estamos yendo más al colegio. Me preocupa mucho la vuelta porque va a ser difícil que los chicos de los últimos años quieran volver porque no están haciendo nada».

«La Dirección nos propuso hacer proyectos pedagógicos conjuntos. Hace como un mes comenzamos con algunos profes para que los chicos se entusiasmen, desde juegos, canciones. Se enganchan, pero también los vamos perdiendo y ni siquiera sabemos por qué. A veces les digo que me digan si no les gusta, lo que sea que les pase. Cuesta porque la realidad de los docentes también es difícil», reflexionó.

Para comunicarse por donaciones pueden hacerlo a través del 2235378496.

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