Lic. Jennifer Lucchelli Woollands

Adscripta Graduada Grupo HISA

Esta columna es la presentación final de una serie de consideraciones referidas al rol del historiador, los cambios en los últimos años y la manera de acercarlo a la ciudad de Mar del Plata. La impronta que aquí se ha querido proponer es la de una mirada social relevante que contemplara a todos los actores sociales en su justa medida. Tanto el tiempo, los problemas, la memoria y el pensamiento histórico contribuyeron, cada uno a su manera a reflexionar en otros términos sobre el desempeño de quienes ejercen tal oficio.

Al decir Es un poco más complejo no solo se reitera la frase de un reconocido historiador y profesor de la UNMdP, sino además se comprenden los procesos en una observación más nítida de lo sucedido con la sociedad a lo largo del tiempo. El Cómo, dónde, cuando y porqué tienen un sentido y si se lo relaciona con la vida de todos los involucrados mucho más.

Para comprender lo que se está diciendo, se pondrá el siguiente ejemplo. ¿Cuál es la necesidad de estudiar una enfermedad como el cáncer, para que darle un formato histórico y llevarla ante las personas? Para entender los temores y emociones de la comunidad, las menciones y los silencios, como afecta a todo un entorno la dolencia. Recordando como sostuvieron varios historiadores que los individuos no son meras estadísticas, sino que hay otras cosas por mirar, explicar, comprender y trasladar a la escritura.

Esto mismo ocurrió y lo continua haciendo con otras temáticas. Se reitera, que lo dicho previamente fue a modo de ejemplo. Estudiar la historia es más que el pasado en si mismo, es recorrer distintos caminos juntando problemas e interrogantes que en diversas oportunidades quedan parcialmente delimitados.

Queda mucha historia por investigar, de tipo político, cultural, económico, social, local, etc. La sociedad propone gran cantidad de temáticas que los especialistas deben comprender, estudiar y saber explicar con sus fundamentos. Hacer historia es una función disciplinar que impone compromisos académicos y sociales, ante los distintos cambios que se transiten. Los avances de la tecnología innegablemente produzcan otras modificaciones a la profesión, que en su esencia tiene un mismo objetivo: entender el presente.

Bibliografía:

  • Álvarez, Adriana y Reynoso, Daniel. Médicos e Instituciones de salud. Mar del Plata 1870 – 1960, Buenos Aires, UNMDP/HISA, pp. 36-44.
  • Arostegui, Julio. La investigación histórica: teoría y método. Barcelona, Crítica, 2001, pp. 18-34.
  • Bloch, Marc. La investigación histórica: teoría y método, Barcelona, Crítica, 2001, Cap.4. “El análisis histórico”, pp. 41 – 58.
  • Carr, Edward. ¿Qué es la historia?, Barcelona, Editorial Barcelona, 1984. Capítulo 1. “El historiador y los hechos”, pp. 147-179.
  • Noiriel, Gerard: Sobre la crisis de la Historia, Madrid, Cátedra, 1997; cap. V: “Saber, memoria y poder”, Pp. 169 . 201.

El presente artículo refleja la opinión personal de su autor y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa.

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