El docente y especialista en educación, Sebastián Puglisi, trazó un diagnóstico contundente sobre el presente y el futuro del sistema educativo argentino. En diálogo con Trama Educativa Radio, el ex secretario de Educación municipal repasó su experiencia de gestión, advirtió sobre los riesgos de las reformas que se proyectan a nivel nacional y planteó la necesidad urgente de discutir políticas públicas profundas, con presupuesto y consenso social.
Puglisi, quien dejó la gestión local hace dos años, sostuvo que su salida se dio “en el momento justo”, en un contexto en el que comenzaron a profundizar diferencias de fondo. Desde ahí, realizó una lectura retrospectiva de su paso por el área, destacando el valor de los equipos conformados y de aquellas iniciativas que lograron sostenerse en el tiempo.
En ese sentido, remarcó la importancia de que las políticas de gobierno se transformen en políticas públicas, como ocurrió con el Programa Educativo Barrial, impulsado originalmente durante la intendencia de Daniel Katz, fortalecido luego por Gustavo Pulti.
Sin embargo, el foco de la entrevista estuvo puesto en la coyuntura actual. A 20 años de la Ley de Educación Nacional, Puglisi fue categórico: “No podemos estar satisfechos”. Reconoció que existen experiencias valiosas y un fuerte compromiso docente, pero advirtió que no alcanzan sin decisiones estructurales. Entre las principales preocupaciones mencionó el desfinanciamiento del sistema, la eliminación de la cláusula del 6% del PBI destinado a educación y la posibilidad de avanzar hacia esquemas que fragmentan aún más el sistema, como el homeschooling o los diseños curriculares por institución.
“El problema no es discutir cambios, el problema es hacia dónde van esos cambios”, subrayó. Para Puglisi, permitir que cada escuela, en especial las privadas, defina su propio currículum sin un tronco común de calidad implica ampliar la brecha educativa. “Tiene que haber un tronco común, con estándares altos, para todas las escuelas”, insistió, al tiempo que alertó sobre el riesgo de que la escuela pública quede relegada a los sectores con menos recursos.
En el plano provincial, también hubo definiciones. Consultado sobre el recambio en la conducción educativa bonaerense, destacó la trayectoria académica de Flavia Terigi, aunque marcó las dificultades que implica pasar del ámbito académico al de la gestión. “Una cosa es escribir y pensar la educación, y otra muy distinta es gestionar un sistema enorme, con docentes, estudiantes, familias y gremios”, señaló, y volvió a poner sobre la necesidad de regionalizar decisiones pedagógicas sin perder un diseño curricular común.
Finalmente, Puglisi propuso retomar una discusión de fondo a través de un nuevo Congreso Pedagógico Nacional. “Hemos perdido el qué, el para qué y el cómo de la educación”, afirmó. Para el especialista, sentar en una misma mesa a docentes, sindicatos, especialistas, familias y otros actores sociales permitiría, al menos, “poner blanco sobre negro” y definir colectivamente el rumbo del sistema educativo en un contexto atravesado por transformaciones profundas.