El Observatorio de Argentinos por la Educación y la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo de la Nación realizaron una encuesta de alcance nacional a familias de barrios populares sobre las demandas y expectativas respecto de la educación. El 89% considera que las posibilidades de sus hijos de conseguir empleo crecen si terminan el colegio secundario.

A partir del informe ‘¿Qué esperan de la educación las familias de los barrios populares?’, del Observatorio de Argentinos por la Educación y la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo de la Nación, se conoció que 9 de cada 10 familias -89%- consideran que las posibilidades de sus hijos de conseguir empleo crecen si terminan el colegio secundario. Este estudio contó con una muestra exploratoria de 540 familias, pertenecientes al Registro Nacional de Barrios Populares, con hijos e hijas en los niveles primario y secundario.

  • barrios populares
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Entre las principales demandas respecto de la educación, las familias señalaron que les gustaría que las instituciones enseñen oficios, idiomas y actividades vinculadas con el mundo del trabajo. Además, mencionaron la Educación Sexual Integral, arte y deporte. “Supongo que dan por sentado que la escuela les proporcionará los recursos básicos de la cultura como la lectoescritura y las matemáticas. Son esperanzas y expectativas totalmente razonables y fundamentadas en un sentido común que se conformó en el seno de una sociedad que proporcionaba una relación casi automática entre educación y empleo. Hoy los vínculos son más complejos y requieren cambios en los dos términos de la ecuación”, reflexionó Guillermina Tiramonti, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Sobre esto, Estefana Rodríguez, maestra y vecina de un barrio popular, comentó: “Hay que pensar la educación de forma integral. Desde el jardín hasta el secundario; y el acceso al mundo del trabajo, que es el sueño de todas las familias. Debería haber algún dispositivo que acompañe a los jóvenes en el acceso a su primer empleo o su primer trabajo. Porque el estudio les genera más gasto a esos pibes y en todo caso también a sus familias”. Y añadió: “Al problema generalizado de la falta de empleo, se le suma que en los barrios populares, aunque muchos terminamos la primaria y la secundaria, es difícil acceder ​ a un trabajo con todos los derechos garantizados”.

Infraestructura y servicios alimentarios

Por otra parte, el 35% de las familias señaló que la infraestructura de la escuela a la que asiste su hijo/a se encuentra en condiciones regulares; el 50% afirma que está en buenas condiciones; ​y el 13% restante percibe malas condiciones. Las cuestiones relativas a mejoras de infraestructura más mencionadas son la calefacción -40%- y los baños -39%-. Otros reclamos frecuentes son la necesidad de más aulas, espacios de recreación, mayor mantenimiento y seguridad. En relación con la conectividad, casi 7 de cada 10 familias informan que las instituciones tienen conexión a internet.

En relación a los servicios alimentarios en contexto escolar, la mayoría de los estudiantes reciben una comida liviana en la escuela -desayuno o merienda-. En primaria, solo el 10,4% de los estudiantes que van 4 horas o menos reciben almuerzo, mientras que ese porcentaje aumenta a 62,1% en el caso de los que van más de 4 horas. Mientras que en el secundario, los reportes señalan que reciben almuerzo el 25,2% de los que asisten 4 o menos horas y el 25,9% que asisten más de 4 horas.

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Otro de los datos destacados del informe indica que la elección de escuela por parte de los grupos familiares se basa, principalmente, en la cercanía: el 55% de las ​ personas encuestadas menciona esa razón, mientras que el 15% menciona que eligió la escuela por “buenas referencias”. Además, 7 de cada 10 familias declaran que su hijo tarda habitualmente menos de media hora en llegar a la escuela.

“La escuela sigue siendo sinónimo de ascenso social”, aseguró Paulina Calderón, exministra de Educación de San Luis. Y agregó: “Llama la atención que alrededor de un 40% -de primaria y secundaria- que asiste más de 4 horas diarias manifiesta no recibir ningún tipo de servicio alimenticio, ni desayuno, ni merienda, ni almuerzo”.

Desde el Observatorio remarcaron que este informe “es un primer acercamiento que no aspira a agotar el universo que la compone, sino ser un puntapié inicial para profundizar nuevas líneas de trabajo e investigación en el futuro”. Accedé al estudio completo aquí.

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