Por Paula Hourcades

En 1959 se crea el Instituto Municipal de Estudios Superiores con el propósito de atender las más legítimas exigencias culturales de la población.

En el año 64 se crean los Centros de Artesanías y Oficios En el año 65 se inauguran con funcionamiento en los Talleres Municipales, y se crean luego, las Escuelas de Artesanías y Oficios 1 a 7 en diferentes puntos de la ciudad y un centro de Formación en Batán.

La idea principal estaba orientada a jóvenes que deseaban capacitarse en el hacer y las prácticas del trabajo.

Habilitaron aulas de carpintería, tejeduría, herrería de obra, mecánica, plomería, ebanistería, pintura y electricidad.

Esto implicó brindar espacios y capacitar al cuerpo docente.

Se buscó su ubicación en zonas periféricas de la ciudad, con la idea de ir “en busca de los jóvenes”.

Con el tiempo las Escuelas de Artesanías y Oficios pasaron a depender de la Dirección de Cultura y Educación y más tarde de la Secretaría de Educación Municipal, atendiendo y respetando a los cambios y exigencias de las Leyes de Educación pasaron a ser las Escuelas de Formación Profesional.

Los cambios, mutaciones y adecuaciones han sido permanentes.

A los oficios originales se fueron agregando muchos otros de acuerdo a las exigencias del trabajo demandado por la sociedad marplatense y a los avances tecnológicos.

Sin duda son las escuelas que más se han auto sustentado y equipado, ya sea por las habilidades de sus docentes o gestionando articulaciones con otros sectores productivos de la ciudad.

Han realizado convenios con empresas locales y proyectos de articulación y solidarios con otras instituciones municipales, acciones que, sin duda, generan un plus en la formación integral de su alumnado.

En cuanto al sistema Educativo, tienen las mismas exigencias administrativas del resto de los establecimientos educativos municipales, pero, por no formar parte de los niveles de educación obligatoria, no reciben subvención de los cargos por parte de la Provincia.

Durante la gestión del Intendente Arroyo han sido bastante descuidadas y atacadas.

Es innegable la capacidad de trasformación que generaron en la vida de muchos marplatenses, dando la posibilidad de desarrollo personal y laboral, con inserción en empresas o con cuentapropismo, produciendo crecimiento social y económico para quienes transitan sus aulas y un beneficio para el crecimiento de la Cuidad.

Cuando los jóvenes encuentran ese sentido en la educación y formación, es donde podemos decir que tanta historia y tanto esfuerzo vale la pena.


El presente artículo refleja la opinión personal de su autora y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa

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