Luego de que la Facultad de Humanidades de la UNMdP haya emitido un comunicado en el cual advirtió sobre la crisis presupuestaria que atraviesan las Universidades Públicas Nacionales, el Honorable Consejo Superior manifestó su preocupación al respecto.
El comunicado comenzó manifestando la “profunda preocupación” que siente el Consejo frente a la “falta de los recursos presupuestarios necesarios para garantizar el pleno y normal funcionamiento de nuestra Universidad y el Sistema Universitario Nacional”, argumentando que esta falta de recursos “no es un hecho aislado ni ocasional, sino que responde a un intento de desprestigio de las universidades públicas, enmarcado, a su vez, en un proyecto de país que redistribuye regresivamente la renta afectando esencialmente a quienes poseen ingresos fijos”.
El pronunciamiento continuó: “Vivimos y conocemos la crisis económica y social que atraviesa nuestro país desde hace tiempo ya que el sistema universitario argentino no es una isla. Es en él desde donde se investigan mayoritariamente los problemas que afectan a toda nuestra sociedad. Es en nuestras aulas donde se ve afectado el proceso de enseñanza y aprendizaje. Es en nuestras aulas, laboratorios y talleres donde se generan la mayoría de los conocimientos y tecnologías básicas y aplicadas que se vuelcan, sin distinción, al sector público y privado a fin de contribuir al mejoramiento de la innovación y la productividad de cada rama económica de nuestro país. Son las universidades, sus institutos y centros, quienes aportan la inmensa mayoría del nuevo conocimiento sobre las relaciones humanas y sociales, la salud en todas sus aristas y la manera en como nuestra sociedad decide afrontar sus devenires. Es en nuestras escuelas pre universitarias donde los y las jóvenes comienzan un camino con la esperanza de poder diseñar, en libertad, sus propias vidas. Es desde las Universidades Publicas que se propone, se recibe y se establece el diálogo de saberes e intercambio de experiencias a través de la Extensión Universitaria.
Somos muy conscientes del difícil momento por el que atraviesa la sociedad argentina. Tanto como sabemos que el brutal ajuste propuesto desde el Gobierno Nacional no es la solución y hace recaer su peso sobre las espaldas de los más desprotegidos del sistema, aquellos que necesitan de mayores oportunidades para desarrollar sus proyectos de vida. La política de ajuste en un contexto de alta inflación pulveriza el salario de las y los trabajadores de nuestras Casas de Estudio incidiendo directamente sobre las condiciones laborales y desfinanciando también y, en consecuencia, a las obras sociales universitarias, poniendo en juego así, el derecho a la salud de nuestra comunidad.
Estamos siendo protagonistas de un momento crítico y peligroso para el sistema democrático del que somos parte. Universidades creadas por Ley ven impedido su funcionamiento y puesta en marcha. Las áreas del gobierno central que no son cubiertas por personal responsable demoran e impiden la apertura de carreras, la actualización de sus planes de estudio o la demora en las tramitaciones de titulaciones. A su vez, esto repercute en el sistema universitario que debe establecer cupos en las cursadas y obliga a trabajadores docentes y no docentes afectados a la docencia, la investigación y la extensión a realizar enormes esfuerzos a fin de garantizar la planificación y la vigencia del derecho a la educación que no puede desarrollarse en un contexto de permanente incertidumbre.
La falta de recomposición salarial por la pérdida del poder adquisitivo y la ausencia de un presupuesto adecuado agravan la situación. Paraliza a un sistema de Ciencia y Técnica que debe ser defendido y reivindicado. La producción científica de nuestras Casas de Estudio constituye un pilar central en la construcción de un proyecto de nación integrado y moderno.
Resulta entonces urgente y necesario garantizar el funcionamiento normal y pleno de las distintas unidades académicas del sistema universitario argentino que asegure el aprendizaje de las y los estudiantes que resultan, una vez más, los más perjudicados ya que las restricciones presupuestarias afectan directa e indirectamente las políticas de bienestar estudiantil como becas de ayuda económica, políticas deportivas, funcionamiento de los comedores universitarios, entre otras. Sumado a esto la incertidumbre y recorte en relación al sistema de becas nacional”.
Luego de este comunicado, el Honorable Consejo Superior de la UNMdP manifestó:
1- Sostenemos nuestro compromiso con el Sistema Universitario Publico y su rol primordial en cualquier proyecto democrático de nuestra Nación.
2- Adherimos a lo ya manifestado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
3- Seguiremos trabajando en la consolidación y defensa del Sistema Científico y Tecnológico de nuestro país.
4- Instamos al Gobierno Nacional a garantizar el normal funcionamiento de las Universidades Nacionales adecuando el Presupuesto Nacional hoy prorrogado.
5- Solicitamos la existencia real de paritarias para nuestros trabajadores y trabajadoras a fin de establecer las mejoras salariales de forma urgente.
6- Establecer la continuidad de las obras que ya se encontraban en ejecución del Programa de Infraestructura Universitaria.
Por último, volvieron a ratificar su “compromiso inquebrantable con la Democracia, sus instituciones, la defensa irrestricta de los derechos humanos y el absoluto respeto por nuestra Constitución Nacional. Somos muy conscientes que la crisis en nuestra Nación no comenzó hace cien días, pero también consideramos que es ahora el momento de advertir a la sociedad en su conjunto de nuestra preocupación e invitar a todos los sectores de nuestra Universidad a la defensa de los derechos que involucran a toda la sociedad de la que somos parte y de la que consideramos que nuestros y nuestras estudiantes son su futuro”.