Tras realizarse las primeras capacitaciones al personal docente y no docente del Colegio Nacional Illia de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el edificio de Matheu 4051 pasó a ser zona cardioprotegida. A través de una inversión de 3 millones de pesos, el Club de Padres adquirió un desfibrilador externo automático posibilitando una nueva zona cardioprotegida en la ciudad.
Los encuentros, que se dieron en el teatro del Colegio Nacional Arturo Umberto Illia de la UNMdP, estuvieron relacionados con el manejo de desfibrilador, RCP y primeros auxilios, complementos indispensables para el buen desarrollo de los espacios cardioprotegidos. La incorporación del desfibrilador externo automático (DEA) otorga un salto de calidad en materia de salud pública para la sede escolar.
Vilma Ibáñez, presidenta del Club de Padres sostuvo: “Desde nuestra organización veníamos estudiando la posibilidad para que el Colegio Illia sea un lugar cardioprotegido. Diariamente pasan por la institución muchas personas entre alumnos, docentes, no docentes y familias por lo que consideramos necesario contar con el DEA”.
A su vez, agregó: “Se trató de una importante inversión económica por parte de las familias que integran el Club de Padres, pero a la vez muy necesaria para la tranquilidad de toda la comunidad. Junto con el equipo, desde la Fundación Desfibrilar se encargaron de las primeras capacitaciones que sin ellas la inversión no tendría sentido”.
Por último, la Presidenta del Club de Padres explicó: “La idea es que todos los años se realicen capacitaciones para que cada vez más personas sepan las nociones mínimas de primeros auxilios como así también maniobrar un equipo de estas características. Todas las acciones que realizamos son gracias a las familias que mantienen su cuota anual que nos posibilitan contar con una escuela que es orgullo para Mar del Plata”.
La Ley Nacional 27.159 establece un sistema de prevención para reducir la muerte súbita de origen cardiovascular en Argentina. La misma, exige la implementación de un DEA, la capacitación del personal y el uso de maniobras de reanimación cardiopulmonar en espacios con circulación superior a 1000 personas diarias, con actividades de riesgo y/o lugares que tienen imposibilidad de acceso a un servicio de emergencias.