El auge de los hábitos amigables con el planeta llegó también a la forma de vacacionar. Las personas, cada vez más conscientes de la contaminación ambiental, eligen nuevas formas de realizar turismo que comprometan lo menos posible al ecosistema.
Argentina es un país con incontables destinos turísticos naturales para conocer. La naturaleza nos brinda distintos paisajes según la zona del país a la que viajemos, y muchos extranjeros lo eligen para vacacionar. Es importante conocer el impacto que tiene el turismo masivo en el medioambiente y los cuidados necesarios para no contaminar o perjudicar el paisaje. En algunos casos, cada rincón natural cuenta con personas que se encargan de protegerlo del desconocimiento de las personas que lo visitan, pero otros tantos no.
Sin embargo, la sociedad, al ver las consecuencias que está causando la contaminación, cada día es más consciente del cuidado del planeta. Así como cada uno desde su casa debe tener conductas sostenibles, como separar la basura, usar recipientes reutilizables, no tirar basura en la calle y usar productos eco friendly; el turismo también puede tener una mirada sostenible. Al elegir el lugar a visitar, el alojamiento donde nos vamos a quedar, el transporte que vamos a utilizar y hasta la comida, se puede organizar un viaje placentero y amigable con el ecosistema.
El turismo sostenible, según la Organización Mundial del Turismo, es aquel “que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Es decir, para practicar este tipo de turismo se debe tener en cuenta el cuidado de los recursos naturales del lugar que visitamos, respetar y entender los aspectos socioculturales de las comunidades y asegurar actividades económicas que beneficien la conservación y la generación de empleo para los habitantes.
A su vez, otra forma de vacacionar de manera responsable es teniendo en cuenta que las actividades que se realicen contribuyan lo menos posible a la contaminación. Al movilizarse dentro del lugar, se puede utilizar el transporte público o bicicletas; también se pueden elegir alojamientos que en su política empresarial tengan en cuenta el cuidado medioambiental, de la cultura y de la economía de los habitantes de su comunidad; compartir en redes sociales las posibles actividades, alojamientos y restaurantes que contribuyen a la sostenibilidad.
Existen hoteles, cabañas o complejos turísticos que en su construcción tuvieron en cuenta el uso de materiales ecológicos y energías renovables y que, en su cotidianidad, separan los residuos y utilizan los recursos de manera responsable. Además, muchos restaurantes locales preparan comidas con los alimentos que provee la naturaleza según el lugar y la estación del año y que, a su vez, su personal son de la misma comunidad. Por otro lado, el ocio es importante a la hora de vacacionar y las actividades a realizar tienen que ser respetuosas con la naturaleza, la cultura del lugar, el patrimonio histórico y los animales.
Solo basta comprometerse, buscar, investigar y elegir un destino que cuente con paisajes increíbles y que tenga en cuenta el desarrollo sostenible de sus actividades. Argentina cuenta con infinidad de parques nacionales protegidos, en el norte, en el centro y en el sur. Cada uno de ellos pueden ser visitados y, en algunos casos, un guía local acompañará el recorrido para contar las curiosidades del lugar. Los museos nos muestran la historia de cada comunidad y podemos conocer mejor cómo es que llegó a donde está ahora la cultura de esa sociedad. La comida local es la mejor manera de conocer las culturas y una buena forma de contribuir al trabajo de las personas del lugar y a consumir alimentos frescos oriundos de cada destino. Este tipo de acciones favorecen el cuidado ambiental, no dejan de ser una actividad vacacional y son una buena forma de conocer el país.