Por Jazmín Di Coste, Joaquín Rueda, Joaquín Gejo y Germán Valdez
El martes 28 de octubre se llevó a cabo una jornada de encuentro cooperativista en el marco de la materia Las organizaciones asociativas y la economía solidaria, de la Tecnicatura en Periodismo Digital de la Universidad Nacional de Mar del Plata. En dicha reunión participaron las cooperativas de medios La redacción, Minga y el Grupo 965.
En la Tecnicatura Universitaria en Periodismo Digital se vivió una jornada distinta. No fue una clase común: se presenció una charla de periodistas organizados para sostener sus propios medios bajo la forma de gestión cooperativista. La misma permitió conocer otra manera de hacer comunicación, una que apuesta al trabajo colectivo y la autogestión.
Durante el encuentro, representantes de la Cooperativa de Trabajo La Redacción a la que pertenece el portal Qué Digital, junto a la Cooperativa de Trabajo Grupo 965 que conduce el medio 965 y la Cooperativa de Trabajo Minga con el portal Trama Educativa, compartieron sus experiencias, desafíos y aprendizajes dentro del cooperativismo. Los representantes de las organizaciones disertaron acerca de cómo es trabajar bajo los principios cooperativistas, como lo son la igualdad, la toma democrática y horizontal de decisiones, y el papel que cumple la tecnología en sus proyectos.
“El cooperativismo nos da independencia, pero también mucha responsabilidad”, expresó Julia Drangonsch, de Qué Digital. Su medio funciona hace más de diez años en Mar del Plata y combina la inmediatez de las noticias locales con el periodismo de investigación.
Desde Grupo 965, Javier Andrada junto a Luca Barrionuevo recordaron que el proyecto nació tras el cierre de una emisora en 2010. Los trabajadores decidieron no bajar los brazos y recuperar la frecuencia bajo una nueva forma: la cooperativa. Hoy siguen transmitiendo gracias al esfuerzo de cada asociado, que cumple múltiples roles: desde la producción y conducción, hasta la administración y el mantenimiento técnico.
Sin embargo, la realidad económica no siempre los acompaña: los costos de energía, por ejemplo, alcanzan cifras difíciles de sostener. “Hacemos de todo un poco. Lo más complicado es mantener la estructura, porque los gastos suben todo el tiempo”, explicó Andrada.
Otra de las voces fue la de Eugenia Garita, presidenta de la Cooperativa Minga, quien destacó lo que implica trabajar sin una relación de dependencia: “Ser parte de una cooperativa es un aprendizaje constante. Todo se decide entre todos y eso te obliga a involucrarte más”.
Las experiencias compartidas mostraron que la tecnología también es clave para sostener estos proyectos. Las cooperativas utilizan herramientas digitales e incluso inteligencia artificial para agilizar tareas como la edición, desgrabación u organización de contenidos, sin perder la mirada humana del periodismo.
A lo largo de la charla se repitió una idea: hacer periodismo desde lo cooperativo no es fácil, pero sí posible. Requiere organización, compromiso y solidaridad. Los trámites legales, la falta de políticas específicas y los costos operativos son obstáculos reales, pero la convicción colectiva parece más fuerte. En el cierre, los y las expositoras coincidieron en que el futuro del periodismo puede pensarse desde modelos más justos y colaborativos. Y esa fue, quizás, la mayor enseñanza de la jornada: que el trabajo compartido no solo es una alternativa, sino una forma de transformar la comunicación desde adentro.