Entrevistamos a la Directora del CENS N° 468, Andrea Grasso. Conversamos sobre la situación de la institución durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y las distintas estrategias de gestión para mantener el acompañamiento pedagógico a estudiantes.

—¿Cómo se origina el Centro educativo del nivel secundario y qué problemáticas surgen?

Tanto mi CENS como otros son de reciente creación, son de hace dos años. Ya existía Adultos pero dependían del nivel secundario, ahora está dentro de la modalidad de adultos. La comunidad tiene una problemática de vulnerabilidad, falta de trabajo y que en estas condiciones de pandemia todo se acentúa. Ahora con toda esta reorganización llegamos a dar una semana de clases presenciales nada más.

En la presencialidad las clases en el CENS son tres veces por semana y se hacen tutorías dos días por semana, pero hoy estamos todos abocados a esta reorganización.

—¿Cómo lograron avanzar con la continuación pedagógica?

La realidad se nos modificó en cuestión de una semana, tengo un gran equipo de trabajo con lo cual rápidamente pudimos organizar un espacio virtual donde ponemos todas las materias, hicimos algunos módulos para aquellas personas que no tienen conectividad. Hay gente que tiene conectividad muy escasa y hay gente que no sabe utilizar la conectividad que tiene, entonces trabajamos mucho sobre esto.

Hicimos muchísimas actividades de acompañamiento, tenemos además una población articulada con una Escuela de sordos hipoacúsicos entonces tenemos varios chicos de esa Escuela con su maestra integradora que trabaja en conjunto con los demás profesores. Entonces hicimos entre los profesores una canción de acompañamiento en lengua de señas y después hicimos una colecta de alimentos para hacer una entrega porque no tenemos servicio alimentario escolar.

También hicimos la Semana del Juego para sostener el vínculo, porque en este contexto tienen que aprender otro tipos de herramientas y tener otro tipo de acompañamiento. Todas las materias se dedicaron a hacer algo significativo de su materia pero con juegos para que pudiéramos también tener mayor feedback.

—¿Hay expectativas de vuelta a la presencialidad?

No, yo creo que a la presencialidad no vamos a volver, de todas maneras habrá que ir viendo la cuestión epidemiológica en Mar de Plata. Mientras tanto estamos preparándonos para sostener este vínculo de la mejor manera posible y atender los casos críticos. 

—¿Se hicieron análisis de la continuidad educativa de los egresados y la continuidad laboral?

Muchas veces ya están trabajando y necesitan el requisito, tengo chicos que se anotaban en las Fuerzas Armadas y necesitaban el requisito para poder poder ascender. Y hay muchos otros que en realidad su objetivo es que sus hijos vean que los padres estudian y acompañar a los hijos en este proceso. Entonces no se ve el mercado laboral como único motivo, pero si tenemos personas que están en tercero y me decían el otro día «yo voy a estudiar veterinaria» entonces hay una variedad, es muy heterogéneo el alumnado como para poder hacer un análisis.

—¿Las escuelas están preparadas para compartir en el futuro lo presencial y lo virtual?

Nos representó un aprendizaje tan importante esto que algunas de estas estrategias sería lo ideal que se sostengan. Te voy a contar una anécdota, yo me compré un proyector para dar clases porque cada vez que iba la escuela tenía que coordinar con muchísimas voluntades para poder usar el proyector. Pero después no tenía enchufe porque estaba lejos y no tenía alargue, entonces la cuestión es que terminaba agarrando la tiza y dando clase tradicional. Entonces a veces pequeñas cuestiones que tienen que ver con la infraestructura limitan muchísimo, ahora lo tenemos que hacer porque el docente utiliza su propia conexión únicamente, pero en la escuela teníamos conexión y a veces no funcionaba, entonces este tipo de cuestiones a veces se hacen difíciles en una vuelta a la presencialidad, tenemos déficit que hay que atender.

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