La ONG Botella de Amor se dedica al desarrollo sostenible, creando muebles y objetos con madera plástica. En Mar del Plata se pueden llevar al Centro Cultural América Libre, ubicado en San Martín y 20 de septiembre, para su utilización.
El plástico es uno de los principales problemas de contaminación ambiental en todo el mundo. En Argentina se tiran 12 millones de botellas de plástico por día y solo se recicla el 30%, según la ONG ambiental Greenpeace. A su vez, a nivel mundial se tiran 200 kilos por segundo de plástico a los océanos. Por eso, es importante concientizar a la sociedad sobre la problemática de los plásticos de un solo uso, para reducir la cantidad que consumimos y reciclar los que no se pueden evitar.
Desde el hogar, aparte de separar los residuos reciclables de los orgánicos, una forma efectiva de contribuir con el medioambiente es realizar botellas de amor. Para esto se debe tener una botella o bidón de plástico, limpia y seca, y rellenarla con plásticos de un solo uso. Por ejemplo, podemos agregar paquetes de fideos, de snacks, de galletitas, envoltorios de golosinas y sobres de aderezos. Es importante que, como la botella, todo esté limpio y seco.
Para que sea efectivo, se debe aplastar bien y llevar al fondo de la botella todos los plásticos que pongamos adentro. De esta forma entra cada vez más plástico y es más útil el resultado final para convertirlo en muebles, que luego se colocarán en espacios públicos, o en objetos que se pueden utilizar y volver a reciclar. Los materiales que no deben incluirse en las botellas de amor son papel, cartón, globos, metal, vinilos, telgopor, guantes de látex, radiografías, esponjas, aluminio, paquete de yerba, tierra, tetra pack y telas.
De esta manera se crea conciencia en la sociedad sobre la importancia de reciclar los plásticos para reducir la cantidad que se descartan. Cada vez son más los productos que vienen en envoltorios plásticos, y si bien algunas empresas comienzan a preocuparse por crear packaging sustentable, aún sigue siendo el mayor problema de contaminación en el mundo. Según el Programa para el Medio Ambiente de la ONU: “La contaminación por plásticos en los ecosistemas acuáticos ha crecido considerablemente en los últimos años y se prevé que se duplique para 2030, con consecuencias nefastas para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima”.
Es fundamental que la educación ambiental comience desde las instituciones educativas y se tenga presente en el plan de estudios. Cada pequeña colaboración, en cuanto al reciclado, en el ámbito escolar o en los hogares, genera un impacto positivo en el cuidado del medio ambiente. Los educadores ambientales tienen la responsabilidad de transmitir a sus estudiantes las distintas maneras de cuidar el planeta y, a su vez, dar a conocer las problemáticas actuales que atraviesa el medioambiente. Además, eso contribuye a que cada estudiante lleve lo aprendido a sus hogares y cada vez se cree mayor conciencia en la sociedad sobre el daño que producen los residuos plásticos en el planeta.