Mariela Ambrustolo, ingeniera química, visitó Barahúnda, el programa de la Secretaría de Cultura y Derechos Humanos de ADUM. En la entrevista contó el trabajo que realizan en el proyecto de extensión “Optimización y mejora de la producción de agroalimentos seguros y sostenibles».

El proyecto surge a raíz de la EducoAgro que se realiza en Balcarce, donde los estudiantes de la escuela secundaria agraria San José expusieron sus trabajos. Una de sus línes de investigación son los agroalimentos y, en ese sentido, desde el departamento de ingeniería industrial se pusieron en contacto con los profesores y profesoras del colegio para abordar juntos esa problemática. “Ahí empezamos a pensar juntos esta problemática de la producción de agroalimentos, desde dos puntos de vista, desde la parte de la inocuidad alimentaria y desde la parte del cuidado del ambiente”, explica Mariela Ambrustolo.

-¿Cuál es el objetivo del proyecto?

Desde nuestro grupo de investigación y extensión tenemos distintas líneas de trabajo, la de docencia, la de investigación. Pero en este caso, el proyecto está en la línea de extensión donde los investigadores, extensionistas, docentes y alumnos trabajamos en el territorio. Afrontando una temática común desde una mirada interdisciplinaria, interinstitucional. Acá nadie le enseña al otro, construimos y aprendemos juntos.

Los estudiantes identificaron que hay muchas producciones en Balcarce de gente que ve en la producción de alimentos una salida laboral. Entonces, ellos mismos encuentran problemáticas a la hora del desarrollo de esas producciones, por eso surgió la idea con los profes del colegio, con las profes de agrarias y de ingeniería, de trabajar con los chicos estas problemáticas para después trabajar con la comunidad. Porque, si bien en nuestro país hay pocas estadísticas de enfermedades alimentarias, es una problemática que aqueja cuando las producciones no están bien desarrolladas y lo mismo el impacto ambiental que tienen esas producciones si no se manejan adecuadamente.

-¿Cómo seguiría el proyecto?

La idea es hacer algunos talleres con productores. Por ahora estamos trabajando hacia el interior de la escuela, y con los chicos trasmitir algunos conceptos a través de la muestra educativa EducoAgro y de sus redes sociales, como consejos y tips. Ellos tienen contacto con productores porque son un referente del sector y ellos mismos van a visitar diferentes tipos de producciones, entonces se genera sin querer un contacto, pero todavía no hemos establecido una cuestión formal porque es difícil el proceso de la generación de los contenidos y de lo que se va a tratar.

-¿Cómo se relaciona este proyecto con el ambiente?

Una de las graves problemáticas de la producción de alimentos son los efluentes, entonces muchos de los estudiantes han planteado esa problemática, porque ellos para poder recibirse de la escuela secundaria tienen que hacer un proyecto productivo. Este año uno de los proyectos era cómo utilizar el suero que queda de la producción de quesos para hacer cremas, entonces aprovechan el efluente. Surgió de ellos la necesidad de abordar herramientas y proyectos, y se estuvieron trabajando algunas ideas sobre cómo abordar sus propios efluentes. La idea es continuar eso que hacen en la escuela para ver cómo podemos apoyar pensando estrategias para el uso de los efluentes.

Hemos tenido algunas charlas y estamos en la búsqueda de pensar e investigar en conjunto cómo resolver y cómo aprovechar mejor el tema de los efluentes. Por ejemplo, se está reconstituyendo un reactor de biogás, ellos lo tenían y no les terminó de funcionar. Están retomando ese proyecto y la idea desde el proyecto de extensión es trabajar todas las problemáticas ambientales y tratar de conectarlos con profesionales que los puedan ayudar.

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