En Trama Educativa, hablamos con Amancay Romero Truco y Camila Laportilla de la marcha de 8M y el Paro de Mujeres del 9. Nos contaron sobre la marcha realizada en la ciudad de Mar del Plata y las reivindicaciones de las organizaciones que participaron.
- Queremos que nos cuenten cómo vivieron la marcha de 8M y el Paro de Mujeres del 9. ¿De que se trató y en qué consisten estas actividades que se desarrollaron?
Este 8 de marzo nos encontró en las calles, muchas mujeres y hombres salimos nuevamente a marchar y a gritar bien fuerte ni una menos que es la consigna de la marcha. Creo que fue un 8M diferente sobre todo para nosotras, en los días previos tuvimos tres femicidios en Argentina uno de ellos aquí en la ciudad de Mar del Plata, son 68 femicidios en lo que va del año. En marzo tuvimos una tasa de femicidios que asusta y que para nosotras es muy movilizante. Este 8M nos tocó con marchas previas por el femicidio de Jordana, a todo esto se suman los reclamos históricos de las mujeres por la lucha salarial, por la igualdad de derechos y oportunidades al acceso a los máximos órganos de poder.
Estamos en un contexto en el que nos están matando, hay un femicidio por día, creo que no se toma la gravedad con la que se tienen que tomar los femicidios. Los medios le dan mucha más importancia a otros temas como el coronavirus, la realidad es que están matando a las compañeras y por eso se realizó también el paro de mujeres, es parte de exigir emergencia nacional por violencia de genero, para que se deje de postergar la ley de aborto legal seguro y gratuito donde excluyen a las mujeres de la salud publica. Otra de las cuestiones por las que paramos es por la ESI, la educación sexual integral con perspectiva de genero, que se deje de desinformar.
El 9M es también una muestra más de que sin nosotras no se puede trabajar, que si nosotras paramos y no vamos a trabajar la economía se puede parar tanto en la producción como en los órganos estatales. Este año, a diferencia de años anteriores, este paro que es tan cuestionado por quienes nos gobiernan y empresarios que tienen en su fuerza laboral a mujeres, fue el primer año que en la municipalidad de nuestra ciudad y en la universidad la mayoría de las mujeres acatamos el paro y mostramos que sin nosotras no pueden funcionar ni los órganos estatales ni la universidad. Las mujeres que no decidimos ir a trabajar muchas veces se nos descuenta el día y sin embargo tenemos una convicción de que es la única forma de hacernos escuchar, entendemos que es una medida necesaria.
- ¿Qué creen que se puede abrir a partir de la creación de ministerios que apunten a trabajar con cuestiones de genero, mujeres y diversidad?
Una de las cosas es que haya mayor presupuesto en las mujeres, sin mal no recuerdo se destina por mujer $11, excluye a las mujeres de lo que nos está ocurriendo. También es central que el estado genere organismos que realmente se ocupen y se preocupen por las mujeres. Es algo central y muy positivo. Entendemos que un ministerio para y por las mujeres pensado y administrado por mujeres es central a la hora de generar políticas publicas que realmente nos permitan a las mujeres no solo adquirir los derechos que estamos reclamando sino también crear políticas publicas para cuidarnos y poder salir a la calle sin miedo. Es una forma de asignarle mayor presupuesto a esta lucha.
- Desde el punto de vista del hombre estos derechos que están reclamando parecen ser cuestiones básicas. Transitar libremente y sin miedo, poder trabajar, tener la misma posibilidad de ingresos y de ascenso social y laboral. Al estar tan naturalizado parece que es algo que no es necesario pedir.
Parece mentira que en el siglo 21 tengamos que exigir que nos paguen igual por hacer el mismo trabajo que un hombre, poder salir a la calle sin miedo a que nos maten, parece gracioso pero no lo es y nostras lo sufrimos todos los días. La mayoría de los puestos de poder jerárquico la mayoría los tienen los hombres y eso se discute muy poco.
- Vemos que en las aulas de la universidad la mayoría de los docentes son mujeres pero en el ámbito profesional encontramos más hombres ejerciendo cargos de mayor jerarquía que mujeres.
Lo que pasa ahí es que los hombres legitiman a otros hombres al momento de hablar, al momento de tomar decisiones, al momento de genera acciones. En términos de porcentaje las mujeres estamos un 26% más preparadas y más capacitadas que los hombres que llegan a puestos jerárquicos, porque las mujeres por ser mujeres, nos tenemos que capacitar más para puestos que tal vez no tendríamos que tener. Sin embargo creo hay que mirar para adelante, hay que apostar a que de a poco el movimiento feminista logre romper con alguna de estas barreras, que son difíciles y van a llevar años, pero es importante seguir en la lucha.
- ¿Cuándo se van transitando con objetivos logrados esos reclamos? ¿Cuánto tiene que ver el estado en el avance para reconocer esos derechos a las mujeres?
Yo creo que el estado es central, es quien debe garantizar los derechos como el aborto legal seguro y gratuito, el estado debe reconocer que la mujer que quiere abortar lo va a hacer igual y tiene que garantizar el derecho a que lo haga sin morirse. Es importante que el proyecto de ley que se presentó en diputados hace unos días sea tratado por los y las diputadas con responsabilidad y que cuando se pase a senadores que se trate pensando en que las mujeres nos morimos por abortos clandestinos.
- ¿Cómo se rompe con el trabajo no remunerado?
Ahí hay una cuestión que también es central, que son los mandatos sociales. Las mujeres históricamente somos quienes consideran a servicio de y para los cuidados del hogar. Eso se rompe todos los días y en cada una de las casas, fomentando también desde de la educación de qué manera podemos hacer hogares más justos. No hay una formula, pero si hay que empezar a reconocer esos micromachismos que los tenemos todos y que vienen socialmente impuestos. Nadie es malo o más malo por tenerlos pero si es importante reconocerlos y comenzar a cambiarlos de a poco, es un cambio cultural que va a llevar mucho tiempo.