Todos los 5 de junio, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una jornada destinada a concientizar y movilizar a gobiernos, empresas y ciudadanía frente a los desafíos ambientales más urgentes. Instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972, esta fecha surgió como respuesta al creciente deterioro del planeta provocado por la contaminación, la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación de los recursos naturales.
La efeméride recuerda la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo el 5 de junio de 1972. Aquel encuentro, el primero de carácter global en materia ambiental, marcó un punto de inflexión: los estados miembros reconocieron que el desarrollo económico no podía desvincularse de la protección del entorno. A partir de allí se sentaron las bases para la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), organismo clave en la promoción de políticas ambientales a escala mundial.
Dos años más tarde, en 1974, se celebró por primera vez el Día Mundial del Medio Ambiente. Desde entonces, se ha consolidado como el principal evento internacional dedicado a visibilizar las problemáticas ambientales y promover soluciones colectivas. Cada edición cuenta con un país anfitrión y un eje temático que reflejan las prioridades del momento.
El lema de este año es “Poner fin a la contaminación por plásticos”, con el foco puesto en uno de los problemas ambientales más urgentes de nuestro tiempo. Se estima que cada año se producen más de 430 millones de toneladas de plástico, y una parte significativa corresponde a materiales de un solo uso que terminan en ríos, océanos y suelos, afectando de manera directa a ecosistemas enteros.
¿Cuáles son los desafíos ambientales actuales?
Este día no solo busca visibilizar los problemas, sino también encender el debate sobre las posibles soluciones. Algunos de los principales retos que enfrenta nuestro planeta son:
Cambio climático
El aumento de la temperatura global está generando fenómenos extremos como olas de calor, inundaciones, incendios forestales y el derretimiento de los polos. Estos eventos impactan en la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la salud humana.
Contaminación plástica
Los residuos plásticos están presentes en todos los rincones del planeta, desde las playas hasta los fondos oceánicos. Muchos animales marinos quedan atrapados o ingieren estos materiales, y las microfibras incluso llegan a la cadena alimentaria humana.
Deforestación
Cada año se pierden millones de hectáreas de bosque. Esta pérdida no sólo pone en riesgo a especies animales y vegetales, sino que también acelera el cambio climático al reducir la capacidad de los ecosistemas para absorber dióxido de carbono.