En diálogo con Trama Educativa, Florencia Lande, profesora y licenciada en Psicopedagogía, nos brindó una mirada cercana sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la profesión. Con una experiencia que abarca desde la clínica privada hasta el trabajo en hospitales, Florencia ha desarrollado un enfoque especializado en la evaluación y tratamiento del autismo.
Florencia comenzó su trayecto educativo como maestra jardinera, al ver las dificultades y desafíos que presentaban los niños, decidió estudiar la carrera de Licenciatura en Psicopedagogía. Esta formación la llevó a formar parte de la Asociación de Psicopedagogos, donde encontró un apoyo crucial para el desarrollo profesional, destacando la importancia del acompañamiento entre colegas.
Uno de los puntos centrales de la entrevista fue la importancia de la detección temprana en niños con posibles trastornos del espectro autista (TEA). Lande describió el proceso de evaluación, que se enfoca en tres áreas fundamentales: el lenguaje, tanto verbal como no verbal, las habilidades sociales y los comportamientos repetitivos. “La evaluación nos permite determinar si el niño está dentro del espectro autista, que se comporta como un abanico con distintos grados de intensidad”, explicó.
A pesar de la importancia de una detección temprana, Lande destacó las dificultades económicas que enfrentan las familias para acceder a evaluaciones psicopedagógicas. Según explicó, las obras sociales no suelen cubrir este tipo de estudios, lo que obliga a muchas familias a pagar de manera particular. “Las intervenciones tempranas son fundamentales, pero las familias terminan afrontando los costos por su cuenta porque las obras sociales no habilitan las evaluaciones”, afirmó.
Además del aspecto técnico, Lande subrayó la relevancia de crear un vínculo emocional con los pacientes para lograr avances en el tratamiento. “Si no lográs una conexión, es muy difícil trabajar”, dijo, recordando el caso de un niño que al principio se mostraba reacio a interactuar, pero que con el tiempo empezó a participar activamente en las sesiones.
Por último, mencionó la importancia de las redes sociales como un canal para que las familias puedan contactar a profesionales. A través de su cuenta de Instagram, Florencia ofrece orientación y acompaña a las familias en el proceso de evaluación. “Es fundamental no tener prejuicios ante un diagnóstico. Saber lo que ocurre es el primer paso para poder ayudar”, concluyó.
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