Trabajadores y trabajadoras nucleadas en el Espacio Sindical de Base, estudiantes, docentes y diferentes organizaciones sociales se encuentran en el Centro de Operaciones y Monitoreo, pidiendo que den soluciones a quienes mantienen el acampe en el galpón de Calidad de Vida.

Un conjunto de organizaciones sociales, políticas, sindicales y docentes, se convocaron en estos momentos en las puertas del COM en solidaridad con el acampe que realizan distintas agrupaciones en Calidad de Vida. Recordemos que exigen al intendente Guillermo Montenegro respuestas concretas tras 7 días de manifestación.

«Las autoridades nacionales, provinciales y locales sólo han demostrado su función de administradores de la miseria. Con un galpón lleno de materiales de construcción, colchones y alimentos, sólo han ofrecido 300 bolsas de alimentos y 70 chapas a más de 600 familias que están sosteniendo el acampe. Las organizaciones sociales que estamos desde el día 1 de cuarentena sosteniendo las ollas en los barrios, sólo hemos recibido persecución y represión por parte del Estado», dice el comunicado.

Aseguran que, durante el fin de semana, Verónica Hourquebie, secretaria de Desarrollo Social, y todo su equipo cerraron los canales de comunicación, no respondiendo a mensajes ni llamadas, «y dejando expuestas a las familias que, tanto en el acampe como en sus casas, sufrieron las consecuencias del reciente temporal en Mar del Plata».

Julián Uchi, docente presente en la manifestación e integrante de la Agrupación Roberto Santoro, declaró: «Son reclamos de lo que está pasando una gran cantidad de trabajadores y trabajadoras de nuestra ciudad, precarizados, precarizadas, que laburan por temporada, que hacen changas, no tienen continuidad laboral, que fueron despedidos, despedidas. Lo vemos en las escuelas, donde laburamos, donde no hay continuidad pedagógica, porque no hay condiciones de igualdad entre todas las familias. Muchos estudiantes no tienen en su casa, no solo la conexión a Internet, la computadora para hacer sus trabajos, sino que no tienen un plato de comida en la mesa, nutritivo, las condiciones dignas de viviendas porque se les llueve la casa. Esa es la realidad que viven muchas familias».

A su vez, destacó que «vienen reclamando que el Servicio Alimentario Escolar no cubre en lo más mínimo la necesidad alimentaria de la población de Mar del Plata»: «Si no fuera por la solidaridad de docentes y vecinos, sería mucho menos lo que se reparte. Por parte del Estado, llega muy poco a las escuelas. Incluso, por solidaridad, conseguimos chapas. Vemos esa realidad y además, planteamos que las familias de trabajadores precarizados tengan un puesto de trabajo. Las escuelas se caen a pedazos, hoy no tienen condiciones para volver, más allá de lo que pase con la pandemia. Hay escuelas sin gas, sin agua, con los techos que se caen, con riesgo por sus calderas. Tranquilamente podrían laburar en la reparación de escuelas», concluyó Uchi.

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