En Trama Educativa Radio hablamos con Sonia Balcarce, licenciada en Psicopedagogía, sobre su trabajo en la Unidad Penitenciaria 15.
-¿Cuál es el objetivo final de los talleres que estás brindando?
Este año la verdad que la Unidad Penitenciaria 15, gracias a la autoridades de Batán, me han permitido brindar dos talleres, el taller de la memoria y uno más importante, ya que muchos jóvenes de la Unidad 14 están estudiando distintas carreras, tanto secundario como terciario, entonces tuve la oportunidad de brindarles el de técnicas de estudio. Ellos muy agradecidos, porque de textos muy grandes pudieron asimilar, crear mapas, pudieron resumir, y eso es más que valioso porque los ayudó a poder hacer bien sus exámenes.
-¿Es fundamental el rol del psicopedagogo en este proceso?
Si, es algo nuevo y es empezar a abrir puertas laborales. Y empezar a que de todas las penitenciarías del país empiecen a tomar conciencia de la importancia que es esta ciencia y la importancia que es poder trabajar tanto con la psicología, con psiquiatría, con el médico general. El psicopedagogo trabaja siempre en equipo pensando en una persona integral que es el rol más importante, en reeducar en el aprendizaje, brindar una herramienta tan valiosa como la educación.
Entrevista Completa:
-Estas personas que están en contexto de encierro tienen que reencontrarse con la educación
Exactamente, es reencontrarse con una segunda oportunidad. Quizás esa oportunidad no se dió, pero hoy también nos debemos una segunda oportunidad, y que mejor que como psicopedagogos poder acompañar a ese aprendizaje que estuvo obstaculizado o quizás no tuvo un aprendizaje sano. Es poder dar esa oportunidad de decir “Con esta herramienta poder proyectarte desde distintas áreas”. Fue muy rico el proyecto que trabajé este año que fue a pulmón, ad honorem.
En un momento había muchos impedimentos, pero yo siempre digo que cuando la ciencia está firme, el conocimiento científico está amparado por distintas herramientas, hace que uno diga “Esto es posible y se puede lograr”. Y es lo que me pasó a mi. Yo llevé este proyecto hace muy poco a La Plata, se lo presente a la señora directora de tratamientos, Norma Díaz, y a ella le pareció un proyecto muy viable. Un proyecto que lo van a tener en cuenta para que todas las penitenciarias del país empiecen a incorporar este rol tan importante como es el psicopedagogo.
-¿Hay posibilidad de que continúe este trabajo en el próximo año?
Yo ya estoy armando el proyecto para presentar en el 2024, el cual va a ser un poquito más ambicioso. Porque es empezar también con el tema de la alfabetización, es un trabajo minucioso, pero es poder brindar una herramienta más. La alfabetización y técnicas de estudio para todos aquellos jóvenes que están estudiando el secundario o el nivel terciario y poder brindarles una herramienta para su futuro. Yo pienso que resocializar se trata de tener desde la ciencia, una psicopedagogía humana, desde la humanidad. Nosotros, los psicopedagogos, tenemos esa magia de que donde quizás se ven muchos obstáculos en el aprendizaje, nosotros tenemos esa mayor visión. Pienso que cuando a uno le dan una segunda oportunidad puede hacer maravillas.
-¿Crees que tu rol en el equipo con el que cuenta la penitenciaría sería productivo?
El psicopedagogo puede detectar si hay una patología en la intervención del aprendizaje. Una discalculia, una dislexia. Ver que está pasando con ese alumno. A veces pasa que nos presentamos con un grupo de alumnos y decimos “¿Por qué no aprende si tenemos un grupo pequeño?”. Pero, a veces, pasa que nuestro cerebro tiene otros obstáculos y requiere de otro profesional. Entonces es más que importante trabajar en equipo, porque el psicólogo se va avocar a su ciencia, el médico generalista a lo funcional y nosotros como psicopedagogos principalmente en las neuronas, a la parte cognitiva. Hoy el aprendizaje con las nuevas tecnologías es más que necesario esto.
-¿Los veías con ganas de enfocarse en el estudio?
Eso fue lo primero que se planteó. Porque empezamos trabajando autores como Freud, un autor complejo, pero porque los alumnos mismos lo iban llevando. Eso fue lo que más me dio la fortaleza y la gratitud. Con otros jóvenes también, los que trabajan en el área de construcción. Es un ida y vuelta. Voy a seguir caminando para que todas las autoridades que están a cargo de las penitenciarias, vean esta realidad, esta importancia, y va a ser magnífico ver a colegas psicopedagogos que puedan estar trabajando en las penitenciarias.