Tres emprendimientos marplatesnes que forman parte del Proyecto Piloto Súper Bolsa Verde recibieron máquinas e insumos para avanzar en la confección de las primeras unidades.
Hatorri, Chúcara y Cooperativa Verde Esperanza, tres emprendimientos marplatenses que forman parte del Proyecto Piloto Súper Bolsa Verde, elaborado por la Dirección General de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Municipalidad de General Pueyrredon, recibieron máquinas e insumos entregados por la Red de Municipios por el Cambio Climático -con fondos que provienen de la Unión Europea- para fomentar los empleos verdes locales.
En ese marco, ya se están realizando las primeras unidades que se encuentran en preventa con material 100% reciclado y se promoverá su comercialización en locales de distintos rubros. Los Proyectos Piloto son iniciativas de promoción de empleos verdes, orientados a la reconversión productiva sostenible de uno o más emprendimientos verdes, a partir de un plan de acción integral.
La Súper Bolsa Verde realizada a partir de residuos plásticos de un solo uso, lo que permite darles un destino funcional a estos residuos que tienen un alto potencial contaminante. Se trata de un producto versátil, que además de poder ser usado para transportar las compras de supermercado, se puede usar para traslado de juguetes de playa, guardado de ropa fuera de temporada, bolso de picnic, entre muchos otros. Además, es muy resistente y, a diferencia de las bolas de polietileno, es lavable. Adicionalmente, es personalizable, ya que su diseño gráfico permite incluir marcas comerciales o publicidad.
En cuanto a su costo, por utilizar casi un 100% de materiales recuperados, está formado casi exclusivamente por la mano de obra que supone la recolección y preparación del plástico, la confección del textil y la costura de las piezas. Por eso, el proceso de fabricación tiene el potencial de generar una fuente de ingresos para personas en situación de vulnerabilidad. A la vez, evita que grandes cantidades de plástico se transformen en basura, significando entonces un ahorro en la gestión de residuos.
La Dirección General de Ambiente y Desarrollo Sostenible diseñó y presentó al concurso seis proyectos a lo largo del año, tres de ellos fueron seleccionados y recibieron las máquinas e insumos necesarios para ponerse en funcionamiento. Las propuestas fueron valoradas por su integridad y coherencia, capacidad de sostenerse en el tiempo, el crecimiento que promueven, potencial de fomentar la interacción y asociativismo con otros grupos u organizaciones y su representatividad de género.
Super Bolsa Verde se formuló para dar respuesta a la problemática de las bolsas de un solo uso que se consumen en la ciudad por la necesidad de transportar compras, por ejemplo en supermercados, y que luego pasan a ser un residuo.
En este sentido, el director de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Matias Cosso, explicó que, “En general, los usuarios se valen de diferentes bolsas que son ofrecidas en los comercios, pero que tienen pequeñas dimensiones, son de polietileno y se usan en promedio sólo unos 15 minutos antes de ser desechadas. Con este proyecto se rescata ese residuo y lo transforma en una solución”.
Además de hacer posible la fabricación de la Super Bolsa, el aporte que los emprendedores recibieron impactó en forma directa sobre sus emprendimientos. Al respecto, Lucía Silva, fundadora de Chúcara explicó que “La expectativa que nosotros tenemos con este proyecto es poder brindar solución a un problema que tenemos desde hace tiempo”. En esta misma línea, Manuela Sosa, de Hattori agregó: “con la máquina sublimadora que ganamos para llevar a cabo la Super Bolsa Verde estamos produciendo un material súper resistente, liviano y lavable hecho 100% de plástico reciclado. Lo fantástico de esta máquina es que es de alta producción, lo que permite acortar y efectivizar los tiempos de trabajo para producir más y mejor en el menor tiempo posible, y por ende, reciclar más plástico”.
El asociativismo como estrategia para dar respuesta a problemas ambientales es la clave de este proyecto. En tanto, la Cooperativa Verde Esperanza, que trabaja con jóvenes del barrio Termas Huinco se encarga de recolectar, clasificar y limpiar plásticos de baja densidad, recuperando el contenido de las Eco Botellas que los vecinos marplatenses están acercando a los puntos de recepción; Hattori fabrica un textil plástico por termofusión a partir de ellos y Chúcara realiza el montaje de una Bolsa multifuncional con ese material y otros descartes textiles para las manijas.