Las prácticas sostenibles disminuyen el daño al planeta y el turismo debe contemplar los mismos hábitos amigables con el ecosistema.

Estamos en vacaciones de invierno y son muchas las personas que deciden hacer un viaje para conocer nuevos lugares o descansar. Sin embargo, la sociedad de consumo perjudica al planeta y los hábitos que de las personas repercuten en la salud ambiental. Los plásticos de un solo uso son una de las principales causas del cambio climático y, en las vacaciones, la inmediatez de la comida rápida hace que el consumo de este material aumente.  

Además, teniendo en cuenta la alimentación, según El Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), “La perdida y el desperdicio de alimentos representan hasta el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”.

Es por eso, que adaptar una forma de vida más sostenible y contribuir al eco turismo hace que reduzcamos una parte del daño que se causa al planeta con la producción, el consumo y el desecho de materiales contaminantes. Algunos comercios marplatenses toman medidas sustentables que comparten con sus empleados y sus clientes. Desde la municipalidad de Mar del Plata se impulsó el programa Distintivo Verde que impulsa al sector comercial a que realicen prácticas sostenibles que ayuden a disminuir los desechos que se producen en los locales, como utilizar compostera para los residuos orgánicos, separar los residuos sólidos y evitar el uso de vajilla de plástico.

Por otro lado, en 2019 se prohibió que en los comercios gastronómicos se pongan a la vista o se le brinde al consumidor las bombillas de plásticos para las bebidas. Al principio, si el cliente lo solicitaba, podía acceder a una, pero, finalmente, la ley prohíbe el uso de este material descartable. La iniciativa inició porque constataron que se desechaban cerca de 2 millones de bombillas de plásticos por mes en los locales de comida. A su vez, también se controló el uso de bolsas plásticas en almacenes y supermercados poniéndole un costo para las personas que las soliciten.

Todas estas reglamentaciones contribuyen a que las personas vivan armoniosamente con el planeta, pero es importante adquirir otras prácticas sostenibles en nuestra vida cotidiana que disminuyan los desechos, los gases de efecto invernadero y el daño al hábitat de los animales. En las vacaciones es normal que las personas se relajen y no sean conscientes de las mínimas acciones que perjudican el cambio climático, pero con toda la información que hay actualmente del daño que se está causando al ecosistema es importante reforzar las prácticas sostenibles incluso cuando se realiza turismo.

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