El Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología (INBIOTEC) conmemoró el pasado sábado los primeros 10 años desde su unión al Conicet con un acto en sus instalaciones. El encuentro contó con la participación de más de 60 personas, entre ellas autoridades locales y referentes cercanos a la institución, y tuvo como objetivo difundir los espacios laborales y las capacidades científicas.
Si bien el INBIOTEC se fundó como tal a través de la Resolución de Directorio N° 1911 del 26 de junio de 2012, y de esa manera se unió al Conicet, la historia del instituto se remonta a más de 40 años. Su objetivo es llevar a cabo proyectos de investigación y desarrollo que atiendan a problemáticas vinculadas con el sector agropecuario, medioambiental y bioenergético, atravesadas por estudios de la biodiversidad nativa.
Del encuentro, que se realizó en las instalaciones de Vieytes 3103, participaron más de 60 personas, entre ellas autoridades locales y referentes cercanos a la institución, que conocieron los espacios laborales y las capacidades científicas del instituto. Una de las fundadoras y actual vicepresidenta de la Fundación para Investigaciones Biológicas Aplicadas, Graciela Salerno, expresó: “Estar aquí hoy es atravesar mi vida entera, porque los 10 años conmemoran la firma de una resolución del CONICET, pero este instituto fundó sus bases y funcionó durante los peores momentos de la historia a lo largo de 30 años”.
Los asistentes pudieron transitar las instalaciones y recorrer los laboratorios de Fisiología comparada de peces, Señalización celular y respuestas al estrés, Biotecnología algal, Micología y Microbiología de suelos, entre otros. “Fuimos uno de los primeros institutos en hablar de biotecnología en la década del 70, en mirar desde la molécula hasta la fisiología y el ecosistema, en aplicar el conocimiento obtenido para solucionar problemas de nuestra sociedad”, añadió Salerno.
La creación del instituto surgió de una propuesta elevada por ella y por el Dr. Horacio G. Pontis, como continuación del funcionamiento del Centro de Estudios de Biodiversidad y Biotecnología de Mar del Plata (CEBB-MdP) de la Fundación para Investigaciones Biológicas Aplicadas, ésta última fundada en 1979 a pedido de Leloir, quien donó la mitad del dinero que obtuvo como Premio Nobel, y fue su presidente hasta 1987, cuando falleció.
Luego, en 1981, Salerno y Pontis se radicaron en Mar del Plata para inaugurar y dirigir el Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) dependiente de la Unmdp; y el CIB dependiente de FIBA. Éste último pasó en 2012 a ser el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología (INBIOTEC), bajo la órbita institucional del Conicet.
Leonardo Curatti, actual director del instituto, manifestó: “En estos 10 años de consolidación del INBIOTEC, son muchos los miembros que con su aporte nos han enriquecido y nos han hecho llegar hasta aquí. Todo el personal ha puesto su mejor voluntad y sus saberes para que esto funcione. Esto es el INBIOTEC y estamos muy agradecidos de poder compartir este momento con cada uno de ustedes”.
El encuentro contó con la presencia del director del Centro Científico Tecnológico Mar del Plata y director del INTEMA, Guillermo Eliçabe y su vicedirectora y presidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología, Vera Álvarez; el rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Alfredo Lazzeretti; el secretario de Ciencia y Técnica de la Unmdp, Diego Rodríguez; Sandra Obenat, decana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Unmdp; miembros de la Red de Estudios Ambientales de la provincia de Buenos Aires; directivos de las Unidades Ejecutoras del CCT CONICET Mar del Plata, así como personal de gestión de la UAT.
También estuvieron presentes Daniel Antenucci, director del CIIMAR; Marcelo Scagliola, presidente de OSSE; Alicia Zanfrillo, autoridad de la UTN; Carlos Rosso, presidente de la empresa Clonar; Adrián Consolo y Sebastian Prats, en representación del Área de Desarrollo Productivo de la Municipalidad de General Pueyrredon, entre otras autoridades.