– Hablábamos en la previa que, a principio de año, estuviste en el programa para hablar de expectativas de cara a este 2024, con el contexto actual tan difícil

Así es, la verdad es que creo que se trata de un tiempo de una complejidad especial, no es simplemente una crisis económica severa. Una crisis que no comenzó ahora, sino que se está profundizando y en un contexto de retroceso en términos de ciertos actos democráticos que entendíamos que ya estaban consolidados. Y hoy estamos volviendo a discutir, a cuestionar cosas que se están poniendo en duda y que hacen a la convivencia democrática, respecto a los derechos humanos. Esto nos excede y, por supuesto, los trabajadores y trabajadoras están en una situación de extrema vulnerabilidad económica. Tenemos una inflación que se ha desacelerado pero que sigue existiendo, a costa de la pérdida del poder adquisitivo de trabajadores y jubilados y lo peor es la falta de perspectiva de crecimiento. Mucha preocupación, no solo desde lo económico, ya que todo esto está siendo instalado desde una campaña de odio, de una violencia y de una intolerancia que creo que nos llama a todos a querer recuperar los valores esenciales para la vida en comunidad.

– ¿Tienen pensado alguna movilización o alguna medida de fuerza ante el veto de la reforma jubilatoria?

Sí. En realidad, en principio, plantear el repudio frente a todas estas decisiones del Gobierno que va en detrimento de la situación de los trabajadores y trabajadoras, sobre todo de los jubilados. La acción es, claramente, en el marco del esquema de los gremios CGT y lo que vayamos proponiendo. Las decisiones son merecedoras de un repudio absoluto, sobre todo entendido en un marco de una serie de políticas que vienen a degradar la situación de trabajadores en actividad o jubilados y que, bueno, haremos todas las acciones necesarias para frenarlo. Creo que lo importante es ir fortaleciendo la organización de los trabajadores, la organización política, porque estas cuestiones se resuelven con mayor organización y sobre todo con la articulación entre los distintos sectores.

– A principio de año no les quedaba claro cuál era la política educativa del gobierno nacional, ¿ahora lo tienen más claro?

Creo que justamente se trata de que no haya política educativa nacional. Ojalá pudieramos discutir sobre qué modelo educativo se está implementando, esos son los debates que queremos dar. Hoy no hay debate, no hay discusión. El gobierno nacional se para en una posición de atacar y desacreditando a los docentes, menospreciando a los docentes en tanto trabajadores y trabajadoras, y sobre todo desdibujando el rol del Estado en lo que tiene que ver con el sostenimiento de una política educativa nacional. La verdad que a nivel nacional no hay vocación de diálogo, no hay en todo caso políticas que nos lleven a resolver los problemas que existían, que los tenemos. Digo, esto no se trata de negar ninguna de las dificultades que veníamos teniendo, pero cerrando el diálogo y desfinanciando la educación, no hay forma de solución posible.

En el gobierno de la Provincia se está haciendo realmente un esfuerzo muy grande y el diálogo es permanente con los sindicatos para poder seguir sosteniendo. El FONID, por ejemplo, fue un primer golpe y dejó a las provincias a su suerte.

– Pensando en ataques del Gobierno, pienso en la venta libre de ciertos medicamentos que cubrían las obras sociales o el papel en sí de las obras sociales que ya no puede cumplirse. Desde Sadop, ¿cómo ven esta situación? ¿Son algunos ejemplos como lo que cuento o es más grave?

Es así y más grave también porque son políticas que apuntan a la liberación de los precios, a la desregulación total de la medicina y ven la medicina como un negocio. Y las obras sociales, como en el caso de Osdop, se sostienen en principios solidarios. Entonces, viviendo con mucha procupación y trabajando muy fuerte en tratar de buscar todas las herramientas y toda alternativa para que Osdop pueda seguir siendo la obra social que da respuesta al docente y a su familia a pesar de los ataques de estas políticas, que realmente creemos que no son casuales.

Hay un modelo que necesita destruir la organización social y llevarse por delante la solidaridad social porque de otra manera no se puede imponer, esto lo tenemos claro. Y por eso yo hago hincapié en qué sería de las trabajadoras y trabajadores sin un sistema de organización tan fuerte como tiene nuestro país y un sistema de obra social tan virtuoso y tan único en el mundo, que incluso con enormes dificultades y sin fines de lucro sigue dando respuesta a las familias.

– Hoy están en una situación de paritarias y negociación en la provincia de Buenos Aires, ¿en qué temas están trabajando?

Sí, hemos cerrado un acuerdo hace pocos días para los meses de agosto y septiembre y el compromiso de hacer un seguimiento este mes con la inflación como para poder hacer las correcciones necesarias y volver a juntarnos en octubre. Digo, con todas las dificultades que hay y con todo lo que hay para resolver, hay que destacar esta posibilidad de diálogo para mejorar la calidad de vida de trabajadoras y trabajadores.

Entrevista completa:

Comentarios