Según un estudio realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación, un año más de educación inicial incrementa en un 8% el puntaje promedio en Lengua y Matemática en la primaria, sin embargo, actualmente se necesitan más de 24 mil nuevas aulas para garantizar la cobertura en jardines de infantes.

El informe “Importancia del nivel inicial: evidencia, costos y desafíos pendientes” establece que la asistencia al jardín de infantes tiene múltiples variables positivas: mejora los rendimientos en Lengua y Matemática en la primaria; aumenta las tasas de permanencia en la escuela; incrementa el número de años escolares completados; mejora la disciplina escolar; reduce las tasas de abandono; mejora la probabilidad de graduarse de la secundaria, y acrecienta la probabilidad de matricularse en la universidad.

Sin embargo, aún se necesitan al menos 24.202 nuevas aulas para garantizar la cobertura en el nivel inicial, lo que dificulta que todos los niños y niñas puedan acceder al mismo. El mayor déficit se encuentra en sala de 3, donde hacen falta 17.399 aulas; mientras que en las salas obligatorias la deuda es menor: faltan 5.144 aulas en sala de 4 y 1.659 en sala de 5. Esto equivaldría a incorporar alrededor de 521 mil alumnos por año al sistema educativo.

Faltan 24 mil aulas para garantizar la cobertura en jardines
Cantidad de secciones (aulas) restantes necesarias para ofertar sala de 3, sala de 4 y sala de 5 para todos los niños y niñas del país. Años 2011 a 2021.

“La evidencia es contundente: la posibilidad de ir al jardín de infantes marca una diferencia sustantiva en el futuro de cada niño y niña. Los datos muestran que garantizar el acceso al nivel inicial de todos los niños y niñas redunda en mejores trayectorias educativas, aprendizajes más robustos y habilidades sociales más desarrolladas. Empezar temprano una educación de calidad genera un círculo virtuoso que da frutos a mediano y largo plazo. Por eso es tan importante invertir en el nivel inicial”, afirmó Melina Furman, investigadora del Conicet y profesora de la Universidad de San Andrés.

Los autores del informe, Martín De Simone (Banco Mundial), Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación), también analizaron la inversión que se necesitaría para dichas obras de infraestructura. En el caso de que sólo se tuvieran que construir las aulas, representaría un costo del 2,13% del gasto anual en educación consolidado entre la Nación y las provincias del año 2021. Mientras que, si se tuvieran que construir las escuelas completas, el gasto sería del 6,66% -2.118 millones de dólares-.

“La educación inicial es un derecho pero sabemos que eso, lamentablemente, no suele ser suficiente para promover inversiones en el sector. En el documento mostramos que, además, la educación inicial es una inversión inteligente. Tiene retornos altísimos, tanto individuales como sociales, y tiende a beneficiar más a los más vulnerables. En otras palabras, si bien el costo de expandir la oferta de educación inicial no es menospreciable, se trata de una inversión que, con el tiempo, se paga sola”, aseguró De Simone.

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