Marcelo Sercovich es médico psiquiatra y, en diálogo con Radio Con Vos, habló sobre los suicidios adolescentes y los trastornos mentales. Además, explicó de que forma involucrarse cuando un adulto nota cambios en la actitud de su ser querido y de la importancia de pedir ayuda.

-¿En la pos pandemia hay adolescentes que estén presentando una depresión que pueda llevarlos a concretar la idea de suicidio?

Es importante hablar de esto. Lo primero es que el suicidio es la principal causa de muerte en personas de entre 14 y 25 años y es un fenómeno mundial. Los chicos no se suicidan, fallecen por suicidio. Esto quiere decir que son víctimas de una enfermedad, en el 90% de los casos. La adolescencia además de ser un período de vulnerabilidad es un momento que puede marcar el comienzo de los trastornos mentales.

La pandemia produjo un impacto muy marcado en la población y los más afectados fueron los chicos. El efecto negativo tuvo que ver con los temores, por la enfermedad o por el miedo a morir. Además, el aislamiento, a la vez que protegió a las personas de contagiarse y las familias se acompañaban, tuvo efectos negativos en los chicos porque es contrario a lo que es la vida de un adolescente que se trata de socializar.

-En los chicos ¿Es difícil detectarlo? Porque los adolescentes no demuestran el malestar. ¿Cuáles son las alertas?

El suicidio es un fenómeno muy complejo del cual conocemos una serie de factores de riesgo pero no las causas. La edad, los trastornos mentales, el consumo de drogas, los eventos traumáticos, el abuso, el trauma infantil, la carencia, todo eso son factores que están vinculadas con la conducta suicida.

Lo que sabemos que funciona es hablar. La adolescencia es un período turbulento de la vida, pero siempre los padres y las madres tienen ese sexto sentido que saben que algo cambió. Cuando uno nota que hay un pequeño cambio en los hábitos de un ser querido y sospechas que algo no está bien, es el momento de sentarte y hablar. Las personas que cometen suicidio siempre dan alguna señal y en realidad no sabemos a cuantas personas hemos salvado con el solo hecho de charlar con ellos. Saber que están acompañados los ayuda. La contención emocional ayuda mucho.

«Predecir que persona se va a suicidar es muy difícil».

Marcelo Sercovich, médico psiquiatra

-A todos nos pasa de estar cansados, irritados, tristes y ninguno tiene diagnosticado una depresión. Somos adultos intentando entender que nos pasa y tratando de contener a chicos que tampoco terminamos de entender que les pasa

Esto que vos decís es un cuadro de agotamiento emocional que estamos atravesando todos porque venimos de 2 años y medio de una guerra, han muerto millones de personas por este virus, entonces nos estamos recuperando. Los adultos solemos tener más recursos por la experiencia y hemos sabido aprender a lidiar con situaciones negativas pero los chicos necesitan más ayuda que siempre en este momento. Después de los ancianos, los niños y adolescentes son nuestra población más vulnerable. Tenemos que estar muy atentos y muy cerca de ellos porque la han pasado mal y todavía la están pasando mal. La cuarta ola es esto, las secuelas del Covid, las secuelas de las pérdidas del Covid y las secuelas de la salud mental.

-Usted recién decía que la cabeza se preparó como para haber pasado una guerra. En este sentido, no tuvimos un período de adaptación para volver a la normalidad

Lo que sucede es que la transición no es clara. La gente necesita saber que la pandemia terminó, dar vuelta la página y avanzar. Pero como la pandemia ha interferido enormemente en nuestra vida cotidiana, nos va a llevar un tiempo recuperarnos, y vamos a tener secuelas.

-El desgano, el no querer hacer nada ¿Es un principio de depresión? Y en el caso de que sea así ¿Qué puedo hacer?

Podríamos decir que si. Les recomiendo buscar ayudar, hablar con alguien, pero si eso no es fácil tomar medidas contra cíclicas. Si tenes baja la energía, trata de activarte. Las cosas que mejor hacen para controlar la depresión tienen que ver con la actividad física, con la actividad social, con estimularse. Lo primero que uno puede hacer es eso. La clave es ayudar a las personas a que encuentren la motivación para salir de eso y, por supuesto, pedir ayuda.

-Te quería volver a preguntar por eso que decías de tratar salir, porque cuando uno está deprimido no puede ponerle ganas

La depresión clínica no es una elección y la persona que está deprimida no se va a curar “poniéndose las pilas”. Hablamos de esto de activarse cuando es leve la enfermedad. Lo primero que tenemos que hacer es validar el momento que está pasando la persona y tratar de evitar darle estos consejos.

«Yo confío mucho en la intuición materna, enseguida se dan cuenta que algo no encaja bien y saben que tienen que buscar ayuda».

Marcelo Sercovich, médico psiquiatra

-¿Por qué uno no dice que no se puede levantar de la cama de lo triste que está, como sí dice que le duele la panza o que le duele la garganta?

Eso tiene que ver con el estigma de las enfermedades mentales, y la ignorancia hace creer que las personas con depresión o cualquier trastorno son raras, anormales, peligrosas, ineficaces. Cuando una persona pide una licencia en el trabajo por depresión y vuelve, el jefe ya no lo mira igual. Es muy frecuente que los pongan en un lugar en el que tengan menos responsabilidades. Sin embargo, esa persona es la misma de siempre y tiene las mismas capacidades de siempre.

-¿Hay alguna edad para afrontarlo o se puede hablar de todo?

Se puede hablar de todo. Los chicos tienen una forma diferente de manifestar el sufrimiento, entonces a veces no te dicen “estoy triste”, te dicen “me duele la panza”. Condiciones como la depresión puede empezar a edades muy precoces, entonces no hay que tener miedo a hablar. Existen psiquiatras y psicólogos infantiles que pueden escuchar. No hay que tener miedo de llevar a los chicos al psicólogo porque posiblemente en ese rato que el chico charle con alguien pueda desandar algún tema. No hay edad para empezar a hablar.

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