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La Legislatura bonaerense sancionó una ley que prohíbe el uso de celulares en aulas de nivel primario, tanto en instituciones públicas como privadas. La medida busca reducir distracciones y mejorar el rendimiento académico de los estudiantes. Está previsto que su implementación inicie en 2026.

Con el objetivo de reducir distracciones y mejorar el rendimiento académico, la Legislatura bonaerense sancionó este jueves una ley que prohíbe el uso de celulares en aulas de nivel primario, tanto en instituciones públicas como privadas. De esta manera, la provincia de Buenos Aires se suma a restricciones similares que ya rigen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Neuquén y Salta.

El texto especifica que el Poder Ejecutivo provincial dispondrá de un plazo de 180 días desde la sanción para reglamentar la ley, aunque desde la Dirección General de Cultura y Educación informaron que no se definió una fecha concreta para su implementación. La obligatoriedad podría comenzar en 2026 y afectará a 1,5 millones de estudiantes que cursan la primaria en la Provincia.

Emmanuel Santalla, quien impulsó esta norma junto a la senadora Lorena Mandagarán, detalló a Infobae: “Los resultados en CABA son buenos, el 70% de los chicos de primaria dicen que tienen mejor rendimiento y que, además, se pueden concentrar mejor. Los estudiantes dejan el teléfono antes de ingresar a la escuela y lo retiran antes de irse. No lo pueden tener ni en el aula ni en los recreos, salvo que el docente lo disponga”.

Por otro lado, señaló: “Hoy el peligro está dentro de casa, detrás de esos aparatos. Entre los 9 y los 17 años, el 95% de los chicos tiene celular en Argentina. Está probado que empieza a haber problemas de aprendizaje, concentración, lectura y demás en los estudiantes”. Y agregó: “Cuando nos juntamos con los docentes yo observé que había casi un pedido desesperado de que esto se regule”.

En el proyecto, los legisladores aseguraron que la prohibición del uso de celulares en las aulas no significa que las tecnologías no se incorporen en las escuelas, que tienen beneficios con potencial de transformar la educación. Lo que implica es que los docentes tengan las herramientas y conocimientos que “permitan integrar las tecnologías digitales al aula de manera sólida y segura”.

Por último, Santalla detalló que, además de conversar con docentes y familias, convocaron a especialistas de la salud en las comisiones donde se discutió el proyecto: “El uso excesivo puede traer problemas auditivos, oculares, de postura, tensión muscular, nerviosismo, angustia, estrés, sedentarismo, y obesidad, todo ello con una repercusión directa en la conducta de las infancias y en su proceso de aprendizaje”.

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